Inicio  





 Lo Más Visto
- Walmart Puerto Rico lanza la campaña “Descubre el atleta en ti” para promover el deporte
- Boston Consulting estima en $2,000 millones el impacto en Puerto Rico de los aranceles de Trump
- Mattel subirá precios de juguetes por aranceles a productos desde China
- Varias las propuestas para el ajuste de tarifa de energía
- Ford sube el precio de los autos producidos en México hasta en 2,000 dólares




  Que no te cojan de...
Bookmark & Share

13 de septiembre de 2007

Por: El Nuevo Herald


L
a Oficina del Contralor de la Moneda alerta contra el aumento de fraudes oportunistas, promovidos por internet y en seminarios a lo largo del país, que prometen la eliminación de deudas a los consumidores.


Los fraudes están dirigidos tanto a personas que están al día en el pago de sus deudas, como a quienes confrontas situaciones extremas como la posibilidad de perder la propiedad de la vivienda por ejecución hipotecaria, indica dicha oficina (OCC, por sus siglas en inglés).


Los esquemas de operación de los fraudes varían, y la OCC --encargada de administrar y regular a los bancos del país-- detectó recientemente que en uno de los procedimientos los timadores utilizan incluso la forma oficial 'Planilla de Queja del Consumidor' emitida por esta oficina.


Los timadores proveen un paquete a la víctima para el supuesto procesamiento de la eliminación de deuda, en el que incluyen dicha planilla membretada de tres páginas con el objetivo de engañar con una apariencia de oficialidad.


Los estafadores solicitan al consumidor que solamente firme la última página y que no llene ningún otro espacio de la planilla.


La forma es luego llenada por los timadores y enviada a la OCC, indicando falsamente que la institución financiera indicada por ellos actuó inapropiadamente con la cuenta bancaria de la víctima del fraude.


El propósito principal de los timadores es cobrar al consumidor un cargo inicial por el 'servicio' de eliminación de deuda, que ronda entre $400 y $7,500. El consumidor no sólo pierde su dinero al ser engañado con supuestos programas legítimos que prometen lo que no es posible, sino que arriesga convertirse también en objeto de acciones legales por parte de sus acreedores ante el intento fraudulento de eliminar la deuda.