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  Por el libro
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16 de septiembre de 2011

El Nuevo Herald

Especialistas de gestión y control del riesgo han vuelto a cuestionar la capacidad de la banca para manejar los riesgos y la supervisión de los reguladores tras la pérdida de US$2.000 millones sufrida por UBS a raíz de las negociaciones no autorizadas de un operador.

Los especialistas dicen que es difícil protegerse de las negociaciones no autorizadas puesto que los operadores suelen ocultar sus pérdidas. También advierten que la supervisión gerencial no siempre está a la altura de la complejidad de las transacciones y que los jefes, al igual que los operadores, cometen errores.

La situación es particularmente humillante para UBS, que había enfatizado sus esfuerzos por mejorar los sistemas de control y administración de riesgo tras la crisis financiera de 2008, cuando el banco sufrió severas pérdidas por inversiones en valores hipotecarios de Estados Unidos. Tras la crisis financiera, las autoridades reguladoras suizas habían instado a UBS a mejorar sus procedimientos de gestión y control del riesgo.

Luego de anunciar rebajas contables en torno a los US$50.000 millones, UBS reestructuró sus sistemas de control e invirtió en nuevos sistemas de tecnología de la información con el fin de detectar cualquier problema temprano. También modificó la estructura de sus remuneraciones para desincentivar una toma excesiva de riesgos.

Desde que asumió la presidencia ejecutiva de UBS en 2009, Oswald Grübel empezó a sostener reuniones periódicas con el director general de riesgo.

En el pasado, algunos operadores lograron eludir los sistemas de control de riesgo basados gracias a su conocimiento de los procesos burocráticos de cada entidad.

Jérôme Kerviel, quien causó pérdidas por US$7.200 millones al banco francés Société Générale SA en 2008, hacía negociaciones falsas para ocultar sus pérdidas, las que borró en reiteradas ocasiones antes de las inspecciones, para luego restaurarlas.

Kerviel trabajaba en una mesa de negociación Delta One, similar a la de Kweku Adoboli, operador de UBS, quien trabajaba en la mesa de negociación de fondos que cotizan en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) del banco suizo en Londres.

Las mesas Delta One permiten a los bancos y clientes apostar al movimiento futuro de canastas de valores o monedas. A pesar de las grandes pérdidas de UBS y Société Générale, Delta One puede ser un puesto de jerarquía inferior, con márgenes y riesgo relativamente bajos.