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26 de enero de 2011

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TOKIO (AFP) - Toyota anunció este miércoles la llamada a revisión de 1,7 millones de coches en todo el mundo por riesgos de escape de combustible, en lo que constituye un nuevo golpe para la firma japonesa, que busca superar crisis recientes para conservar su posición de primer fabricante mundial de automóviles.

La medida concierne 1,28 millones de vehículos en Japón y 421.000 en el extranjero, precisaron la empresa y el ministerio de Transportes nipón. En el exterior, los mercados más afectados son los de Estados Unidos y el resto de América del Norte (donde se retirarán 280.000 unidades), de Alemania y, en menor medida, de Rusia y Nueva Zelanda.

Unos 245.000 unidades del modelo de lujo Lexus, fabricadas entre 2006 e inicios de 2009, se retirarán para revisión en Estados Unidos, precisó la empresa.

En Japón, la medida afecta a unos veinte modelos fabricados entre 2000 y 2009.

Diferentes problemas observados afectan total o parcialmente a esos vehículos y pueden provocar un escape de combustible. En total, se han registrado varias decenas de anomalías, aunque éstas no han provocado ningún incidente preciso, indicó la empresa.

Según los analistas, estos fallos dificultarán la tarea de Toyota de recuperar la confianza de los consumidores tras haberse visto obligada en el último año y medio a retirar millones de vehículos y a afrontar una andanada de demandas judiciales y de multas récord.

La acción de Toyota cayó un 1,87% este miércoles en la Bolsa de Tokio, cuyo índice Nikkei de los principales valores perdió un 0,60%.

"La cantidad de retiradas es importante y podría ocasionar nuevos daños a la imagen de Toyota y reforzar las dudas sobre su tecnología", destacó el analista Tatsuya Mizuno. "Esto le pasa en un mal momento, cuando se estaba reponiendo apenas de la crisis", agregó.

Entre septiembre de 2009 y febrero de 2010, la firma tuvo que retirar 9 millones de vehículos, en su gran mayoría en Estados Unidos.

Toyota alega que fueron retirados por precaución, en el marco de sus prestaciones a los clientes, y considera que la honestidad para abordar posibles averías juega en su favor.

"Nuestro objetivo es convertirnos en el número uno de la clientela, en términos de servicios y de satisfacción del usuario", dijo Paul Nolasco, uno de los portavoces de la empresa.

Pese a las contrariedades que sufrió en 2009-2010, el grupo Toyota (que incluye también las marcas Hino y Daihatsu), mantuvo el año pasado, por tercer año consevutivo, su posición dominante en el mercado. Toyota vendió 8,42 millones de vehículos en 2010, manteniéndose por encima de General Motors (GM), que vendió 8,39 millones.