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  Estirando el chavito
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25 de septiembre de 2009

El Nuevo Dia

La banca local se apresta a reactivar su plan de acción para orientar y reestructurar, en la medida de lo posible, las obligaciones de miles de servidores públicos que serán cesanteados, indicó el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR), Arturo Carrión.

El plan, que se reactivaría tan pronto como el miércoles entrante, representa la movida más reciente del sector financiero para hacer contrapeso al golpe que supone el despido de hasta 20,000 empleados públicos, quienes ante la pérdida de ingresos no podrán pagar sus deudas.

En mayo pasado, la ABPR activó un grupo de oficiales bancarios para orientar a los empleados públicos que fueron cesanteados en ese momento. El plan de los bancos se estructuró en conjunto con el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), que a su vez contrató a la empresa Platinum para coordinar los beneficios que se ofrecerán, según dispone la Ley 7 de Emergencia Fiscal. El esfuerzo incluye, además, a Consumer Credit & Counseling Services (CCCS), entidad que se dedica a asistir a consumidores en la reorganización de sus finanzas.

Durante la primera ronda de despidos, que aconteció en mayo, el Gobierno anunció la cesantía de unos 10,000 trabajadores, pero el número real de desplazados no alcanzó esa cifra, ya que hubo que recontratar a más de la mitad de estos por tratarse de maestros que laboran en el sistema público de enseñanza.

"Hubo mucha gente que se benefició, pero no toda la que esperábamos", dijo Carrión, reconociendo que entonces esperaban atender a un número mayor de personas. De acuerdo con la ABPR, a través del plan se modificaron 171 préstamos. Desde entonces se han recibido otras 75 peticiones. La mayoría de los financiamientos modificados fueron tarjetas de crédito, hipotecas y préstamos de auto.

Según Carrión, los empleados cesanteados deben solicitar la ayuda a la institución financiera a través de un formulario que se gestiona en Platinum. No obstante, dijo que de ser necesario la ABPR reactivará el equipo de oficiales bancarios en los centros de ayuda que establecería el Gobierno para que estos asistan a los empleados desplazados directamente. Carrión hizo claro que en esta ocasión no habrá una moratoria generalizada, tal y como sucedió en el cierre del Gobierno en 2006, sino que la posible modificación de deudas se atenderá de caso a caso.

"Hay que ver. No es lo mismo que las dos personas en el hogar se queden sin empleo o que sólo uno pierda ingreso. También hay que ver si la persona pierde ahora su ingreso, pero ha tenido un historial crediticio malo", dijo Carrión, al señalar que la modificación del pago mensual o la reestructuración de la deuda son las alternativas más comunes, pero no las únicas disponibles.

Más presión a los bancos

A preguntas de este diario en torno al impacto que los despidos tendrían en los niveles de mora en las instituciones, Carrión reconoció que la cesantía de miles de empleados pondrá mayor presión a las institución bancarias.

"Nosotros hemos pasado por esto anteriormente, porque en el sector privado ha habido muchísimo desempleo en el último año. Los bancos han ido haciendo sus reservas en anticipación a situaciones como ésta y entiendo que esto (los despidos masivos en el Gobierno) se ha tomado en consideración", indicó.

Al 30 de junio, los bancos comerciales tenían $2,104 millones en préstamos con atrasos entre 30 y 89 días y otros $448 millones son préstamos atrasados por más de tres meses. Asimismo, hay otros $5,722 millones en préstamos no acumulativos o incobrables.

Listos para la avalancha

Por su parte, Jorge Cardona, a cargo de CCCS, sostuvo que esta semana instruyó a su equipo de profesionales a prepararse mentalmente "para la avalancha" de personas que recibirán.

Según Cardona, en los primeros siete meses de este año la organización -que se dedica a asistir a consumidores en la reorganización de su presupuesto para cumplir con el pago de sus deudas- ha experimentado un alza de 61% en el volumen de personas que han solicitado ayuda. Del total de 14,064 consumidores, el ejecutivo estima que el 45% son empleados públicos.

Cardona exhortó a los posibles cesanteados a "no desesperarse" y a no perder el foco en la situación.

"El desempleo es algo que la gente cree que nunca va a pasar y sí pasa. Lo importante es entender que pasa por una causa ajena a nosotros y que el desempleo puede ser una forma para reenfocar la carrera profesional", dijo el ejecutivo.

De inmediato, exhortó a los cesanteados a que busquen ayuda emocional y espiritual, primero y luego, pidan ayuda financiera.