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  Por el libro
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13 de agosto de 2009

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Nueva York, 11 ago (EFE).- El director financiero de la empresa de Bernard Madoff y quien fuera su mano derecha durante tres décadas, Frank DiPascali, se declaró hoy culpable de diez delitos relacionados con la estafa que llevó a su jefe a prisión y aseguró que había más personas al corriente.

DiPascali aceptó ante un tribunal de Nueva York los cargos que la Fiscalía le imputaba y que lo identificaban como ayudante de Madoff en su intento de mantener el gigantesco sistema Ponzi o piramidal, valorado en unos 65.000 millones de dólares, con el que estafó a miles de sus clientes de todo el mundo.

Ante el juez Richard Sullivan, DiPascali aseguró que "era todo falso. Era todo ficticio". "Estaba mal y yo supe todo el tiempo que estaba mal. Ayudé a falsificar documentos para la SEC (Comisión del Mercado de Valores de EE.UU.) y para los clientes", señaló.

"Lo siento mucho. Sé que mi disculpa no sirve de mucho", agregó el hombre de 52 años, que se enfrenta ahora a una condena de 125 años de prisión.

Sin embargo, lo que más sorprendió de su declaración es que el ex empleado de Bernard L. Madoff Investment Securities, que manejaba las cuentas de los clientes y servía como nexo entre éstos y el financiero, afirmó que, además de él, había más gente que estaba al corriente de la estafa.

"Yo sabía y otros sabían que no se estaba realizando transacción alguna" en la empresa de Madoff, dijo DiPascali en su declaración.

Esta es la primera vez que alguien implica a más gente en esta trama, ya que hasta ahora Madoff se había preocupado por dejar claro que solo él conocía la estafa y que nadie, especialmente nadie de su familia, sabía la verdad.

DiPascali se declaró culpable después de que la Fiscalía y sus abogados llegaran a un acuerdo por el que éste quedará en libertad bajo una fianza de 2,5 millones de dólares a la espera de que se dicte su sentencia, prevista para el próximo mayo.

La tardanza en dictar sentencia en determinado tipo de casos judiciales suele deberse a la voluntad explícita de los acusados de colaborar con las autoridades en la investigación, con el ánimo de conseguir una rebaja de la pena.

El acuerdo alcanzado incluye, además, que DiPascali debe entregar a las autoridades estadounidenses su pasaporte, así como otros documentos que le permiten viajar, y que sus desplazamientos se limitarán a los distritos Este y Sur de Nueva York, así como a Pensilvania.

DiPascali, que dijo no entender cómo había acabado envuelto en esta situación, reconoció haber cometido los diez delitos de los que se le acusaba, entre los que destacan el de blanqueo internacional de dinero, falsificación de archivos y estafa con valores.

Añadió que entre 1990 y 2008 ayudó a "Bernie" Madoff y a "otra gente" a cometer este fraude, aunque no dio detalles sobre quiénes eran esas otras personas conocedoras y cómplices del delito, e incluso apuntó que bajo las órdenes de su jefe también mintió al regulador bursátil estadounidense para enmascarar las actividades de la firma.

Con su confesión, DiPascali se convierte en la tercera persona, además del propio Madoff y su contable, David Friehling, inculpada por haber participado en la mayor estafa que ha sufrido Wall Street en su historia, pese a que el FBI podría estar investigando hasta a diez personas más relacionadas con Madoff, según se conoció a finales de junio.

Madoff ingresó el pasado 14 de julio en el centro penitenciario de Butner (Carolina del Norte), después de que fuera condenado a 150 años de prisión por idear y mantener un gigantesco fraude que afectó a miles de personas en todo el mundo y que las autoridades reguladoras de Estados Unidos fueron incapaces de descubrir durante dos décadas.

Los compañeros de prisión de Madoff tratan al que fuera presidente de Nasdaq "como a una estrella", informó hoy la cadena CBS, que cita a los abogados del financiero, quienes, además de decir que Madoff está "consternado y demacrado", aseguraron que "le piden autógrafos constantemente".