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  Pa'que te montes
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1 de junio de 2009

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DETROIT/WASHINGTON (Reuters) - General Motors Corp se presentó en bancarrota el lunes, empujando a un símbolo del poder económico de Estados Unidos a una nueva e incierta era como propiedad del Gobierno. La presentación es la tercera más grande en la historia de Estados Unidos y la mayor entre las manufactureras estadounidenses.

La decisión de colocar a GM en una bancarrota rápida y suministrarle 30.000 millones de dólares adicionales en fondos estatales para reestructurarla y darle competitividad frente a las automotrices asiáticas es una gran apuesta del Gobierno de Barack Obama.

En otro signo de progreso en la estrategia del Gobierno, un juez de quiebras aprobó la venta de sustancialmente todos los activos de Chrysler a un grupo liderado por la italiana Fiat SpA.

La bancarrota de Chrysler, que también es financiada por el Tesoro de Estados Unidos, ha sido vista mayormente como un ensayo de la reorganización mucho mayor y más compleja de GM.

El plan para GM, según lo detallado por funcionarios estadounidenses, es llevar a cabo un proceso de venta rápido que permitiría que una compañía mucho más pequeña nazca tras la protección judicial dentro de 60 a 90 días.

"Ahora comienza la parte dura, que es volver competitivas a GM y Chrysler. Si no lo hacen, entonces estaremos haciendo esto otra vez en unos pocos años," dijo Christopher Richter, analista del sector automotriz de CLSA Asia-Pacific Markets en Tokio.

"La implicación inmediata es que las firmas van a achicarse así que la participación de mercado está disponible, lo que significa que rivales como Toyota, Honda, Nissan y Hyundai ganarán participación."

AUXILIO

Desde comienzos de año GM se ha mantenido con vida gracias a la financiación del Gobierno estadounidense, mientras un grupo de trabajo diseñado por la Casa Blanca preparaba planes para una amplia reorganización que será encarada con el financiamiento del Gobierno por 50.000 millones de dólares.

Preparándose para tomar una participación del 60 por ciento en una GM reorganizada, el Gobierno de Obama está apostando a que la automotriz podrá competir con rivales como Toyota Motor Corp luego de reducir su deuda a la mitad y recortar sus costos laborales bajo un nuevo contrato con el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW).

Los gobiernos de Canadá y la provincia de Ontario aceptaron otorgar otros 9.500 millones de dólares a GM en un nuevo aporte a los planes de bancarrota que han estado tomando forma durante semanas, dijeron funcionarios estadounidenses.

GM planea cerrar 11 instalaciones en Estados Unidos y suspender otras tres plantas.

No ha dado una meta actualizada de recortes de empleo pero antes se había sugerido el despido de 21.000 trabajadores de fábrica entre los 54.000 miembros del UAW que emplea actualmente en Estados Unidos.

El UAW tendrá una participación del 17,5 por ciento en la "nueva GM." El Gobierno de Canadá se quedará con un 12 por ciento y los tenedores de bonos de GM obtendrán un 10 por ciento.

INVERSOR REACIO

Funcionarios involucrados en la planificación del proceso de GM dijeron que la Casa Blanca era un "inversor reacio" en la automotriz, pero que tenía que evitar una liquidación que los analistas dicen costaría decenas de miles de puestos de trabajo mientras la economía se contrae por la recesión.

GM emplea 92.000 personas en Estados Unidos y es indirectamente responsable de 500.000 jubilados.

"Queremos una salida rápida y limpia, tanto como las condiciones lo permitan", dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ante estudiantes en la Peking University en Pekín.

"Somos optimistas en que estas firmas (por GM y Chrysler) salgan a fliote sin más asistencia del Gobierno," agregó.

Los analistas dijeron que aunque había grandes riesgos en el enfoque del Gobierno de Obama, al menos había logrado sacar a GM del filo del colapso.

El presidente Obama hablará sobre la industria automotriz poco antes del mediodía del lunes en Estados Unidos. Poco después dará una conferencia de prensa el presidente ejecutivo de GM, Fritz Henderson.

Incluso si GM y Chrysler salen rápidamente de las bancarrotas este verano, el panel especial automotor se quedará en el negocio y pasará a un rol de administración de inversión.

CAIDA CUIDADOSAMENTE ORQUESTADA

Durante el fin de semana, GM obtuvo el apoyo de los tenedores de un 54 por ciento de sus bonos de deuda por 27.000 millones de dólares, quienes ofrecieron su apoyo a los planes del gobierno de Estados Unidos.

Los acreedores podrían tomar hasta un 25 por ciento de GM si recupera su valor al nivel del 2004.

El respaldo de los bonistas no asegura la aprobación judicial pero le da a la empresa una importante victoria simbólica que, según los expertos en quiebras y analistas, ayudará a los argumentos de GM.

Fundada en 1908, GM pasó a dominar las industrias automotrices de Estados Unidos y el mundo bajo la gerencia del presidente ejecutivo pionero Alfred Sloan, quien pronunció la famosa frase que prometía "un auto para cada bolsillo y para cada propósito."

A mediados de la década del 1950, en el auge de su éxito, GM tenía unos 514.000 empleados. Fabricaba casi la mitad de los autos producidos en Estados Unidos y sus ventas eran el doble de grandes que las de la segunda corporación, Standard Oil.