20 de febrero de 2009

La Opinion

Wal- Mart Stores Inc. cobra menos a partir de ayer por usar las tarjetas con marca de la tienda que pueden ir recargándose con dinero, en un momento en que el mayor vendedor minorista del país ve una creciente demanda de esas tarjetas de débito, en medio de la actual economía en deterioro.

Las tarjetas de débito prepagadas de Visa, lanzadas en julio 2007, permiten a los clientes que no tienen cuenta bancaria, o para quienes las transacciones bancarias son costosas, depositar cheques de salarios, controlar saldos, pagar facturas y comprar en todos los lugares en los que se acepten esas tarjetas de débito.

"Es el producto perfecto para esta época", dijo Jane Thompson, presidenta de Servicios Financieros de Wal-Mart.

Thompson dijo que observa demanda por parte de los clientes que han llegado al límite máximo en otras tarjetas, en una época de créditos más restringidos, o que simplemente quieren tener más control de sus finanzas.

Hasta el verano pasado, Wal- Mart había emitido un millón de tarjetas a las que se les había cargado un total de 1,000 millones de dólares. El objetivo es duplicar esa cifra este verano, dijo Thompson.

Los clientes pagarán ahora tres dólares para comprar y activar la tarjeta, tres dólares para recargarla en una tienda Wal-Mart y tres dólares al mes. Antes las tarifas eran $8.94 para comprar una tarjeta, más $4.64 por cada recarga y $ 4.94 la tarifa mensual.

Los clientes pueden minimizar los costos recargando sus tarjetas con un depósito directo, que no tiene costo, o después de cobrar sus cheques de salarios en Wal-Mart, ya que en ese caso no se cobra la tarifa.

Si los clientes cargan una tarjeta con un mínimo de 1,000 dólares por mes, no hay una tarifa mensual.

Thompson dijo que Wal-Mart bajó los costos por trabajar con GE Money Bank, que emite la tarjeta a través de una licencia con Visa, y Green Dot Corp., que gestiona las operaciones, el procesamiento y el servicio al cliente de las tarjetas.

Aproximadamente 20% de los clientes de Wal-Mart no tienen cuenta bancaria o no tienen acceso a todos los servicios bancarios, lo que implica que mantienen saldos muy bajos y constantemente tienen dificultades con las tarifas por sobregiro, dijo Thompson.