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  Estirando el chavito
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8 de mayo de 2006

Tal vez alguna vez pensó que el llamado sueño americano no existía, que era sólo una quimera y que, por ser inmigrante, no podía estar a su alcance. Muchos pensaron llegar a este país, trabajar duro y tener una buena cantidad acumulada para cuando decidieran jubilarse. Sin embargo, ante la situación tan difícil, la inflación, los costos de la atención médica, los cambios en la Bolsa de Valores, etc., el dinero que antes nos alcanzaba para mucho, ahora apenas si lo vemos y, en vez de jubilarnos más jóvenes, lo tenemos que hacer a más edad.

En su libro El millonario automático, de Vintage Español, el instructor financiero David Bach nos presenta un sistema que podría ayudarnos a transformar nuestras vidas y convertirnos en "millonarios". Bach presenta su obra de manera sencilla, en un lenguaje claro, alejado de ese idioma técnico enredado que usa la mayoría de economistas y que la mayor parte de la gente "común" no entiende. Lejos de llevarnos a presupuestos y a planes "draconianos" para ahorrar dinero, nos presenta, según sus propias palabras, "un plan poderoso y sencillo para vivir y acabar rico".

Factor Café Latte

Según Bach, el truco para prosperar en las finanzas es vigilar los detalles pequeños: los pequeños hábitos de gastos de los que convendría desprenderse.

Este factor consiste en identificar gastos "escondidos" que uno hace cada día, algunas veces sin darse cuenta, y que poco a poco van sumando grandes cantidades a la semana, al mes, al año. Darse cuenta de lo mucho que se gasta en las cosas pequeñas ?por ejemplo en un café latte todas las mañanas, acompañado de un pastelillo o muffin? puede ayudarnos a pensar y llevarnos a cambiar ligeramente nuestras costumbres y con ello nuestro destino.

Para Bach, todos tenemos nuestro Factor Café Latte: botamos demasiado de nuestro dinero, el que tanto nos ha costado ganar. Si ganamos más, botamos más; si recibimos menos, gastamos menos, pero lo hacemos sin darnos cuenta de lo que suma. Mientras más pronto se pueda calcular el Factor Café Latte, ?es decir, los gastos innecesarios?, más pronto se podrá empezar a eliminarlos.

Pagarse a uno mismo

Si después de comprender lo que es el Factor Café Latte piensa que lo que se tiene que hacer es un presupuesto, se equivoca, dice Bach. La esencia de este factor no es hacer que uno se limite a un presupuesto, sino darse cuenta que ya gana lo suficiente para comenzar a ahorrar e invertir.

"¿Por qué tantos de nosotros pensamos que necesitamos un presupuesto? Porque eso es lo que nos dicen los demás", afirma Bach, quien dice estar seguro que quienes aconsejan seguir uno lo hacen con la mejor de las intenciones, aunque no estén en lo correcto. Una razón sencilla por la que los presupuestos no funcionan en el mundo real es que no son divertidos y, por ende, son difíciles de cumplir, pues van contra la naturaleza humana. Lo que Bach aconseja es pagarse primero a uno mismo, pero ¿cómo?

"Lo que hace la mayoría de la gente cuando gana un dólar es pagar primero a todos los demás? Esto es? absoluta y positivamente negativo desde el punto de vista financiero", afirma este experto.

Cómo hacerlo

Bach sugiere hacerlo incluso antes de pagarle al gobierno. No crea que esto se refiere a dejar de pagar impuestos o a negarse a enviar su declaración tributaria cada año. Consiste en pagarse automáticamente una parte de lo que se percibe; ya sea el 1%, el 10% o el 20%. Empezar poco a poco nos da una disciplina, no se tiene que empezar con el porcentaje más alto, puede hacerse con el más bajo e ir aumentando según vea su progreso.

Si cree que usted no es disciplinado y no podrá pagarse a sí mismo cada mes, religiosamente, o si es de las personas que siempre tiene razones por las cuales "cree" que no puede hacerlo, Bach sugiere recurrir a los programas de ahorro "automático", como el conocido 401(k), el 403(b) o la Cuenta Individual de Jubilación (IRA) y el Roth IRA.

"Si no estás aportando al menos el 10% de tu ingreso a una cuenta de jubilación de impuestos diferidos, necesitas cambiar eso. No te resignes a ahorrar el 4% de tu ingreso, como hace la mayoría de la gente. La mayoría termina ?en su jubilación? dependiendo del Seguro Social, los amigos y la familia para poder sobrevivir. Ahora tú tienes el conocimiento para lograr algo mejor. Así que hazlo mejor. Incluso si sientes que tienes que hacerlo poco a poco, hazlo", aconseja Bach.

?Para un día de lluvia?

Si bien la finalidad de la obra de Bach es incentivar a la gente a pagarse a sí misma para su futuro, ¿qué pasa con el hoy?, ¿cómo lograr una seguridad financiera en el presente?

La obra contesta dos preguntas básicas al respecto: ¿cuánto dinero debes apartar para protegerte para el famoso "día de lluvia"? y ¿dónde lo debes invertir?

Con la frase "día de lluvia" Bach se refiere a las cosas que uno no controla y que salen mal, como perder el empleo, al cónyuge, la salud, las crisis en el mercado monetario y otras circunstancias imprevistas. La clave no está en preocuparse, sino en prepararse.

Reglas para el dinero de emergencia

1. Decide cuánto te hace falta. La forma es sumar los gastos mensuales y guardar por lo menos un "amortiguador" de dinero en efectivo equivalente a tres meses de esos gastos. Con eso, uno no tendrá que preocuparse por un tiempo si pierde el empleo o se enferma. Lo ideal sería tener guardado el equivalente a un año, que si bien es más difícil de lograr, da la libertad de tomar decisiones como dejar un trabajo que nos desagrada para buscar otro mejor o tomar un sabático, por ejemplo.

2. No tocar el dinero para emergencias. Bach lo resume de esta forma: "El letrero imaginario de instrucciones en el fondo de emergencia no dice: ?Romper en caso de necesitar un vestido nuevo?, ni ?Romper en caso de que el palo de golf más nuevo esté de rebaja?. Dice: ?No me toques salvo que sea una emergencia de verdad?".

3. Poner el dinero en el sitio adecuado. No hay que conservarlo bajo el colchón o enterrado en el jardín. La mejor manera de hacer que rinda es invertirlo. "No recibir ningún interés por tu dinero de emergencia es casi tan malo como tenerlo enterrado en el jardín", dice Bach, y aconseja no recurrir a las cuentas simples de ahorro y corrientes porque la mayoría paga muy poco interés, sino al mercado monetario (money market).

4. Hacer que la cuenta de emergencia también sea automática.

Es evidente que algunos de estos consejos ?quizá todos? son de sentido común y que, llevados a rajatabla, podrían contribuir a asegurar una vejez confortable económicamente. Por otro lado, muchos no ganan lo suficiente para ahorrar cantidades considerables todos los meses a fin de asegurar el futuro. Aun así, según Bach todos podemos ahorrar algo todos los meses. De esa forma, si es verdad que los ahorros no llegan para tener una jubilación cómoda, por lo menos ayudarán a que la asignación mensual del Seguro Social llegue un poco más lejos.