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  Estirando el chavito
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4 de enero de 2008

Por: Primera Hora


Abrazados ante la subida de gastos por el alza en el precio del combustible.

El aumento sin precedente en el costo del barril de petróleo no sólo tiene preocupados a los miles de conductores puertorriqueños que dejan gran parte de su sueldo en las 1,300 estaciones de gasolina del país diariamente.

Desde el frutero de la esquina hasta el barbero espera el embate económico que tendrá en los próximos días la repentina y sorpresiva alza en sus negocios.

 Precisamente ayer, ante otra subida del precio del barril del petróleo a $100.09 después de haber alcanzado los $100 el miércoles, los pequeños comerciantes auguran menos clientes y más gastos para mantener sus establecimientos zozobrando ante las inclemencias de los combustibles fósiles.

“El impacto, hasta ahora, ha sido bien fuerte y el costo de los alimentos han subido por la subida en la gasolina”, sostuvo el frutero Luis Borges Masas, que atiende a sus clientes en una acera de la calle Hostos, en Hato Rey.

En solamente un año el precio del plátano ha aumentado de 28 a 50 centavos, según indicó el comerciante. Un saco de batatas, asimismo, aumentó de $16 a $34 y se espera que el costo de otros comestibles se disparen por los elevados gastos de acarreo, tanto a nivel local como internacional.

Borges Masas, por ejemplo, viaja cuatro veces a la semana de San Lorenzo a la zona metropolitana, gastando cerca de $45 en combustible, lo que representa una tajada significativa de sus ganancias.

“Con una economía tan difícil, el aumento en la gasolina afecta a los profesionales de la enfermería”, sostuvo la presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería en Puerto Rico, Delia Morales Rodríguez, mientras compraba en la frutería.

En tiempos de crisis económica, las zapaterías figuran entre los pocos negocios que reciben un flujo mayor de clientela. No obstante, éstos también se topan con muchos clientes que no recogen sus zapatos arreglados al no contar con el dinero para pagar por el servicio.

“La gente viene a arreglar sus zapatos, pero a veces las cosas están tan malas que no hay el dinero para pagar”, indicó la dueña de la zapatería Heel Quik, María Rodríguez, quien destacó cómo los precios de los materiales que utilizan las zapaterías han aumentado debido al alza en los gastos de transportación en Estados Unidos y Puerto Rico, secuelas del imparable incremento en el combustible.

 ¡Ay, la luz!

La subida en el costo del petróleo ocasionalmente se registra de una manera más inmediata en la factura de electricidad y son las personas retiradas, que a veces dependen de un cheque de Seguro Social para cubrir muchos de sus gastos, los que se encuentran en la posición más desprotegida ante el apretón económico.

“La gente tiene que hacer unos ajustes para ahorrar”, indicó Beatriz Meizoso, de 71 años de edad.

 Para muchos comerciantes los gastos energéticos se han duplicado desde principios del año pasado y se teme por las secuelas de este incremento en las facturas de luz.

Sin embargo, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) recurrirá al “despacho económico” de la generación para que el impacto en la facturación no sea significativo.

 “Lo que haremos es mantenernos con el despacho económico, despachando las unidades que son más eficientes, en este caso, las que no operan a base de petróleo”, dijo a Prensa Asociada Juan Alicea Flores, director de Planificación y Protección Ambiental de la AEE.

A pesar de la crisis, algunos comerciantes han mantenido los precios de sus servicios prácticamente inalterados ante la competencia. “La persona hace ajustes y el que se cortaba el pelo cada dos semanas ahora lo hará cada cuatro. La luz en mi negocio ha subido el triple, pero uno no puede estar levantando los costos porque hay unos clientes que no pueden pagar”, sostuvo el comerciante Nelson Ruiz, dueño de la barbería Nelson Hairstylist del Monte Mall en Hato Rey.