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  Estirando el chavito
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26 de mayo de 2008

Por: El Nuevo Dia Orlando

Es pura matemática: todo va para arriba, pero los sueldos siguen igual. Entonces, hay que ingeniárselas para que el dinero rinda un poco más. Desde salir menos de paseo hasta cambiar hábitos de compras y rebuscar las tiendas por los mejores precios. Puede ser tan simple como dejar de comprar el pollo despellejado, lo que hicieron Rosalinda y Milton Lemus cuando subió a $5 el paquete pequeño, optando por conseguir uno más grande por el mismo precio.

“Paso más trabajo, pero uno está buscando lo más barato”, afirmó Milton, mientras comparaba los precios de las carnes.

La gente común, a los que no les "llueve" el dinero, han tenido que hacer mil cosas para cuadrar el presupuesto familiar.

 “Los precios suben, pero el salario sigue igual, antes llevaba frutas y miraba de todo, llevaba la canasta llena, y ahora está vacía”, dijo por su parte Rosalinda.

Por otra parte, para una familia como la de Robert Van den Akker y Shamira Berríos las piruetas son mayores porque cuentan con un sólo sueldo.

La señora Van den Akker-Berríos se ha convertido en una experta en las finanzas, con un listado que lleva uno a uno cada centavo gastado.

No se le queda nada, incluyendo gasolina, entretenimiento, cuidado del cabello, gastos médicos, ropa, entre otros.

 “No usamos tarjetas de crédito, usamos dinero en efectivo y (hacemos) lay away”, dijo Shamira. “Cuando salimos de compras solamente compramos lo que está en la lista”, añadió.

Además, los Van den Akker invirtieron en un congelador adicional para poder comprar carnes al por mayor. También utilizan métodos de ahorrar menos conocidos, como comprar una tarjeta de 'Bjs' que le ahorra tres centavos por galón en la gasolina.

Y con dos pequeños en la casa, de dos y cuatro años de edad, se pasan pendientes a la competencia en los precios de la leche en algunas farmacias, que bajan el galón hasta $3.59.

De igual manera, algunos supermercados como Winn Dixie ofrecen el “compre uno, llévese uno gratis”, los sábados en la mañana, un chance que tampoco dejan pasar.

Pero, aunque por los altos precios salen a comer menos ‘afuera’, no dejan de sacar dinero para entretenimiento ya que tienen un pase anual de Disney para toda la familia, los cuales fueron comprados en diferentes meses para no tener que renovarlos al mismo tiempo.

 “Se requiere que nos sentemos en un punto dado para ver a dónde vamos financieramente”, dijo Robert. “Estamos en tiempos apretados por eso es que tenemos que velar lo que gastamos, si no lo hiciéramos perderíamos el control de nuestros gastos”.

Incluso, estos tiempos duros tocan a cualquiera y hasta los dueños de negocios han sentido los efectos de la crisis.

“La gente está buscando economía y se limitan en sus compras”, admitió Freddie Espinal, dueño del supermercado Las Américas, quien aseguró que los precios también han aumentado para ellos.

“El arroz que hace dos meses nos costaba $8, ahora está en $18”, dijo.

Y si usted está sintiendo su billetera cada vez más liviana, entonces es hora de que empiece a rebuscar todos los ‘shoppers’ y a cortar los cupones de descuentos.

“La economía afecta aquel que no se ajusta a su presupuesto”, afirmó Shamira. “Tienes que vivir con lo que tienes”.