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  Pa'que te montes
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20 de abril de 2016

El Pais

El grupo automovilístico japonés Mitsubishi Motors ha admitido este miércoles que manipuló las cifras de emisiones de gases contaminantes en al menos 625.000 minivehículos fabricados para Nissan. Las acciones de la empresa nipona se dejaban más de un 15% al cierre de la Bolsa de Tokio, incluso antes de que la firma cuantificase el tamaño de un escándalo que guarda importantes similitudes con el que salpicó el año pasado a la alemana Volkswagen. Es su mayor caída bursátil desde 2004, cuando el fabricante se encontraba al borde de la quiebra.

La dirección de la empresa ha admitido, en una rueda de prensa convocada este miércoles, que los modelos comercializados por Nissan y afectados por el trucaje son el eK Wagon, eK Space, el Dayz y el Dayz Roox. Se trata de modelos pequeños, con motores de gasolina de hasta 660 centímetros cúbicos, que han tenido gran éxito en el mercado japonés pero cuya acogida en otros países ha sido tibia.

Los técnicos de Nissan fueron, precisamente, quienes descubrió el problema. Ahora, ambas compañías estudian posibles compensaciones y tratan de averiguar las dimensiones del escándalo en todo el mundo. La cúpula directiva de Mitsubishi ha anunciado que dejará de producir y de vender los modelos afectados con carácter inmediato.

El falseado de las pruebas tuvo lugar mediante una modificación del presión del aire aplicada a los neumáticos, lo que repercutió en los datos sobre consumo de combustible proporcionados por la empresa a las autoridades niponas.

"En relación con las pruebas de consumo y de emisiones, la compañía ha descubierto que presentaba unas cifras que no se correspondían con la realidad", ha subrayado Mitsubishi en un comunicado publicado poco antes de la rueda de prensa. El desplome de los títulos del fabricante nipón comenzó menos de media hora antes del cierre de sesión del parqué tokiota, cuando la compañía anunció una rueda de prensa para explicar "irregularidades en test de emisiones". Al cierre de la sesión, los títulos de Nissan se dejaban un 2,5%.

"Queremos expresar nuestras más sinceras disculpas a todos los clientes afectados", ha declarado el máximo responsable de Mitsubishi Motors, Tetsuro Aikawa, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Transporte del país asiático. "Uno de nuestros clientes, Nissan, ha descubierto las diferencias entre las cifras proporcionadas y las reales y nos pidieron que corrigiésemos nuestros valores", ha añadido. "Seguiremos investigando qué ha pasado y quiénes son los responsables". Asimismo, Aikawa ha señalado que "teniendo en cuenta la gravedad del caso", la empresa va a revisar los datos sobre consumo energético de otros modelos exportados al extranjero, cuyos procesos de prueba varían según cada legislación nacional.

En octubre del año pasado, el Gobierno de Japón afirmó que ninguno de los principales fabricantes nacionales de automóviles había manipulado el software de control de emisiones contaminantes de sus vehículos, tras llevar a cabo una encuesta entre las empresas del sector. En 2014, los fabricantes surcoreanos Hyundai y Kia ya acordaron pagar una multa de 100 millones de dólares (88 millones de euros) para cerrar una investigación en EE UU por exagerar —a la baja— las cifras de consumo de los coches vendidos en 2013 y 2014, pero el anuncio de Mitsubishi llega en un momento muy complicado para la industria del automóvil, sujeta a mayores controles tras el estallido del caso Volkswagen en septiembre del año pasado.

Con las cifras que se disponen en este momento, el tamaño de este segundo escándalo es, sin embargo, sustancialmente menor: 625.000 coches afectados frente a los 11 millones del fabricante alemán. El año pasado, Mitsubishi vendió un millón de vehículos, más allá de los componentes que suministra a otras empresas automovilísticas. El grupo japonés presentará resultados la semana que viene.