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El Vocero

El 2014 se perfila como el segundo año de menor venta de autos en la última década y se estima que podría cerrar con solo 85,000 unidades vendidas.

Esto, siempre y cuando el mes de diciembre logre registrar un despunte considerable en el segmente de venta de flotas, el cual tradicionalmente ha servido de agente amortiguador de la caída de doble dígito que ha venido experimentando la industria.

Septiembre fue el octavo mes de este año que registró una marcada caída en venta de autos, esta vez con un -8.5%, equivalente a unas 588 unidades menos. En el trimestre de julio a septiembre la contracción fue de -16.9%, equivalente a 4,069 unidades menos respecto al mismo trimestre en el 2013.

 

La demanda acumulada en Puerto Rico, correspondiente al período de enero a septiembre del 2014 registró un volumen de 64,760 unidades vendidas, para una disminución de -11% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se vendieron 72,761 unidades. En números reales representa 8,001 unidades menos.

José Ordeix, presidente del Grupo Unido de Importadores de Automóviles (GUIA), reconoció que la mayor tendencia hacia la baja está en los principales segmentos de ventas que son sub compactos y SUV compactos. La categoría mini compactos registró un alza.

“Estos tres segmentos, son el 70.4% del volumen del mercado de autos en la Isla y representan los menores precios, por lo que se ve un claro indicio del deterioro en la capacidad de compra del consumidor local y de su inclinación a invertir en autos de menor precio. Ante la incertidumbre económica experimentada a todos los niveles, el Grupo no espera cambios en esta tendencia”, sostuvo Ordeix.

El segmento de autos mini-compactos concentra el 28.4% del volumen de ventas y reflejó un incremento de 8.1%, ya que son los de menor precio. Mientras, los sub compactos representan el 20.6% del mercado y registraron -9.7% en ventas, y los SUV compactas con el 20.2% del mercado, reflejaron una contracción de -8.9%.

En cambio, la venta en marcas de lujo como Ferrari, Acura, Infinity y Maserati, han registrado alzas.

 

Ordeix aceptó que todas las marcas están bien agresivas y no han bajado la guardia en promociones, mercadeo y venta celebrando eventos por separado como en conjunto con las compañías de seguro y la banca, que aunque no han rendido los frutos que obtuvieron en el 2010, han permitido mover en algo los inventarios. “Esto se pudo palpar en la leve mejoría que se experimentó en septiembre, cuya merma en ventas fue inferior a los meses anteriores. Ahora hay que esperar el comportamiento de la industria para este próximo trimestre, confiando que en el invierno como es la norma experimentemos la temporada más fuerte en ventas, principalmente en flotas, que representa entre un 10% a un 12% del total de mercado”, agregó.

En términos de los recaudos en el Departamento de Hacienda, cerca del 39% corresponden a los impuestos de los autos y han estado a la baja. En el 2005, cuando las ventas de autos eran estables, los impuestos de autos sumaron $600 millones, y con la mayor caída en el 2009, se redujeron a $310 millones.

En lo que va de este año, los recaudos de Hacienda por arbitrios de autos están en $392 millones.

Para Ordeix esta tendencia no solo afecta al fisco, sino que representa la pérdida de empleos y el cierre de establecimientos, ya que existen muchos sectores que indirectamente se afectan como la publicidad, los medios de comunicación, los seguros y la banca, entre otros. “Estamos trabajando para mantener la industria, no empece la fuerte carga económica que representan los arbitrios de la industria para los consumidores que va desde un 20% a un 40% acorde con el precio contributivo de venta”, señaló.

 

En ese particular, Edward Lafontant, quien recientemente celebró una Feria de Autos Usados de Lujo, a la cual asistieron más de 900 personas y vendieron 163 unidades, opinó que la industria necesita que el gobierno revise la ley de arbitrio. “Un carro que costaba hace cinco años $15,000 ahora cuesta $20,000 por lo que tributa a una tasa más elevada, pero se trata de un mismo modelo. El gobierno tiene que buscar alternativas para incentivar la industria. Actualmente no están haciendo mucho para apoyarnos”, sentenció Lafontant.

Para el CPA, Eduardo González el impacto es significativo ya que también se reducen los ingresos de Administración de Compensaciones por Accidentes de Automóviles (ACAA), y los del Departamento de Transportación y Obras Públicas por concepto de registración, donde sólo en sellos se gastan $208.50. Además, está la patente nacional, el CRIM, la banca y los seguros, entre otros, que dejan de recibir ingresos por cada auto menos que se venda.

El economista José Alameda había explicado que las ventas de autos son cíclicas y se comportan acorde con la economía, por lo que su abismal caída es reflejo de la grave situación económica que vive el país. “Los bienes duraderos como los autos y las residencias son indicadores líderes que adelantan lo que viene en la futura actividad económica. Esta continua caída solo refleja que la actividad económica en los próximos meses no será buena”, según había dicho a este periódico.