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Noticel

El sindicato que representa a los trabajadores portuarios de Estados Unidos ha anunciado la posibilidad de poner en vigor un voto de huelga si no logra un acuerdo con la organización de empresas navieras y los puertos para mantener sus garantías de trabajo, lo que pudiera provocar una escasez de alimentos y un aumento de precios en los artículos que se venden en la isla. 

(Roso Sabalones/NotiCel)

La Asociación Internacional de Estibadores (ILA), que tiene locales y filiales en Puerto Rico, y la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX) llevan meses dilucidando este asunto y debían llegar a un acuerdo antes del 30 de septiembre, cuando expiraba el contrato vigente. La huelga comenzaría el 1 de octubre si no se lograban resultados. Sin embargo, esta semana retomaron las negociaciones y optaron por extender el contrato vigente por 90 días adicionales y les dieron así un suspiro a importadores, transportistas y minoristas que ya se preparaban para la paralización de los puertos, justo cuando aumenta el volumen en los embarques por la proximidad de la temporada navideña.

Pero la amenaza de una huelga que paralice el embarque y desembarque de los contenedores sigue siendo real para toda la costa atlántica de la nación norteamericana y del área del Golfo. Se trata de cerca de 20,000 estibadores que manejan la carga en los puertos desde Maine hasta Texas y Puerto Rico. Se podrían utilizar los puertos de la costa oeste, pero la capacidad de estos de recibir carga adicional es muy limitada.

Si la huelga se concreta a finales de diciembre, no habrá forma en que la Isla no se vea impactada por la escasez de algunos artículos y alimentos y por el aumento en precios. Y es que entre el 85 y el 90% de todos lo que aquí se consumen es importado. Casi el 75% llega desde el puerto de Jacksonville.

La experta en seguridad alimentaria Myrna Comas Pagán menciona que en estos meses, por ser temporada de huracanes, los importadores tienen un inventario mayor que pudiera ayudar a atender la demanda normal por entre 15 y 20 días. Además, ante las recientes vigilancias de tormentas y huracanes, muchos ciudadanos han hecho sus reservas de comida. No obstante, la especialista enfatiza que Puerto Rico se encuentra en una posición muy vulnerable cuando se habla de las cadenas de suministro de alimentos.

“La producción agrícola en la Isla es muy poca. Hay algunos cultivos que solo se dan de forma estacional, como en los tomates y plátanos. En esta época, por ser temporada de huracanes, los agricultores prefieren no arriesgarse a perder sus cosechas y eso nos da una producción más baja”, señala la catedrática del Recinto Universitario de Mayagüez. Entonces, “hay que tomar medidas de prevención y debemos esperar aumentos en costos, más de los que se están proyectando por la sequía en algunas partes de Estados Unidos”.

Ante un escenario como el que se vislumbra, “habría que pensar en una logística de transporte que no existe”, señala Comas Pagán, para dejar de manifiesto la necesidad de un plan que asegure la sostenibilidad alimentaria de la isla.

El director de Negociado Marítimo de la Autoridad de Puertos, Miguel Díaz, coincidió con Comas Pagán en que una huelga general de estibadores en Estados Unidos y Puerto Rico impactaría contundentemente a la isla. Indicó que la agencia no tiene forma de tomar previsiones porque no es parte en la controversia y porque son las compañías importadoras las que mueven la mercancía.

“Típicamente podemos tener un lunes, siete embarcaciones en tránsito a Puerto Rico desde Estados Unidos. Si declaran una huelga general, esos trabajadores no van a tocar esos barcos para descargarlos y los que estén en Estados Unidos no los van a cargar. Además, de que aquí las compañías locales no cruzan piquetes. Va a llegar carga, pero que se pueda o no se pueda descargar va a depender de las negociaciones.”, pintó el panorama.

Díaz recordó que en 1974 hubo una huelga de estibadores que duró varios meses. En aquel caso, la corte determinó que había que bajar la carga e, incluso, se activó a la Guardia Nacional. A base de aquella experiencia, puede adelantar la posibilidad de escasez de alimentos perecederos.

El sindicatos de los estibadores ha mantenido la huelga como carta de presión para la negociación. La Alianza Marítima, USMX, les ha pedido a los trabajadores que renuncien a la garantía de una jornada de trabajo de ocho horas y que se cambien las reglas para el pago de horas extra. La unión se opone a ceder estos derechos y a que los obreros sean reemplazados por tecnología. Sostienen que su trabajo es peligroso y que trabajan muchas horas bajo temperaturas de frío y calor extremo.