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Primera Hora

El fraude para la obtención ilegal de pasaportes de Estados Unidos en los que se reclama a Puerto Rico como lugar de nacimiento sigue siendo el que utilizan con mayor frecuencia los impostores que negocian con estos documentos, afirmaron este martes agentes de la Oficina de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Los agentes David Brown, agente especial de la Oficina de Miami de la mencionada agencia; Jon Jairo A Saravia, agente residente a cargo de San Juan y Edgardo D. Meléndez Rentas, también adscrito a San Juan, comparecieron hoy con una ponencia escrita ante la Comisión de lo Jurídico, Eficiencia Gubernamental e Innovación Económica del Senado de Puerto Rico.

Dicha Comisión evalúa un proyecto que crea la Oficina del Registro de Estadísticas Vitales de Puerto Rico, como un ente independiente del Departamento de Salud, con autonomía fiscal y administrativa.

En dicha ponencia se afirma que los agentes especiales del Departamento de Estado investigan cada año sobre 3,500 violaciones por fraude con visas y pasaportes. “Por los pasados cuatro años los datos obtenidos por el Departamento de Estado muestran que el número confirmado de impostores en el fraude con pasaportes que reclaman a Puerto Rico como su lugar de nacimiento se ha mantenido en el tope con un 30%, seguido por Texas con 28% y California con 13%”, indican.

Señalaron que los documentos de identidad de personas nacidas en Puerto Rico, entre los que incluyeron el certificado de nacimiento, la licencia de conducir, la tarjeta de seguro social, entre otros, tienen un valor en la calle de entre $100 y varios miles de dólares.

“La forma más común de fraude de identidad en la solicitud de pasaporte de Estados Unidos es el certificado de nacimiento de Puerto Rico”, sostienen.

En su ponencia los agentes enumeran una serie de incidentes recientes en la Isla que representan una amenaza para la seguridad y fidelidad de estos documentos de identidad.

Mencionaron entre estas el hurto o pérdida de miles hojas del papel utilizado para imprimir certificados y la desaparición de sobre 17,000 certificados de nacimiento reportada en la Isla.

“El evento más reciente envolvió 500 certificados de nacimientos en blanco que fueron reportados como desaparecidos de la Oficina del Registro Demográfico de Gurabo en junio de 2014”, indicaron.

Incluyeron además en sus señalamientos la preparación de registros de nacimientos de 20,30, 40 y hasta 50 años de impostores que reclaman haber nacido en Puerto Rico y que sus padres nunca los registraron.

Según estos investigadores la actual versión del Certificado de Nacimiento de Puerto Rico puede ser fácilmente alterada por individuos no autorizados, que dejan en la mayoría de los casos pocas huellas de la alteración, que solo es detectada con equipo forense.

Apoyaron la decisión del Registro Demográfico de limitar a tres copias por año la emisión de estos certificados y señalaron un caso de una mujer que había obtenido 46 certificados de nacimiento en un periodo de dos años.

Otra deficiencia que subrayaron está en la emisión de las licencias de conducir y afirman que este es el primer documento que los impostores interesan adquirir. Recalcaron que existe una combinación de fraudes con el uso del certificado de nacimiento y las licencias de conducir en el que uno se utiliza para la obtención fraudulenta del otro.

Para ello, recomiendan utilizar la tecnología de reconocimiento facial como un mecanismo para controlar el fraude con las licencias de conducir.

Los agentes del Departamento de Estado presentaron además a la Comisión las recomendaciones que sometieron en el 2013 a las secretarías de la gobernación y de Estado para minimizar el fraude de identidad con documentos emitidos en Puerto Rico.

Mencionaron entre estas que el papel que se utilice para los certificados de nacimiento sea el tratado con un producto químico altamente sensitivo que produce una mancha en reacción al intento de alterar su contenido.

Recomiendan, igualmente, que en vez de tener impresoras en cada escritorio para emitir certificados, se establezca un área específica donde estén los mismos, con controles para quienes los utilicen y con vigilancia electrónica.

También sugieren establecer mecanismos electrónicos para controlar el movimiento del material en blanco que se utiliza para estas identificaciones.

De la misma forma advierten sobre la gran cantidad de oficinas que manejan estos documentos y la poca cantidad de empleados destacados en estas, por lo que recomiendan reducir la cantidad de oficinas del registro demográfico para crear centros mejor equipados y con más personal, debidamente entrenado y capaz de aplicar controles internos estrictos en el manejo de estos documentos.

Otra de sus propuestas es que se aumente el costo de las copias de los certificados de nacimiento, de forma tal que el primero cueste cuatro o cinco dólares, pero los restantes se cobren a $25 o más. Indicaron que en otras jurisdicciones se cobra entre $20 y $50 por esos documentos.

“La Oficina de Seguridad Diplomática apoya legislación y leyes diseñadas para fortalecer y garantizar la protección de los certificados de nacimiento, licencias de conducir y tarjetas de identificación. La protección de la información de identidad mitigará las vulnerabilidades que actualmente explotan los criminales”, concluyen.

Además del grupo del Departamento de Estado de Estados Unidos, depuso en la audiencia de hoy el Departamento de Salud, que endosó varias de las disposiciones del proyecto, pero objetó que se cree un ente separado de esa agencia.

“Objetamos la propuesta independencia que el proyecto contempla, separando el Registro del Departamento de Salud. La política pública de la Administración es la de consolidar oficinas y esta separación sería contraria a ello”, sostiene la agencia en ponencia firmada por la secretaria, Ana Ríus.

Igual objeción presentó la Directora del Registro Demográfico, Nancy Vega Ramos, que presentó una enmienda para que el cargo de Registrador Estatal que crearía esta ley, sea nombrado por el o la titular del Departamento de Salud.