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  Estirando el chavito
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Metro.pr

El consumidor tiene que prepararse para pagar más en sus compras con la implementación de un impuesto sobre al valor añadido (IVA) que se busca establecer en Puerto Rico, según coincidieron varios expertos consultados por Metro.

El impuesto, propuesto como parte de la reforma contributiva que se cuece para el país, alterará los precios  —al igual que lo hizo el impuesto a la venta y uso (IVU) en el año 2006— de gran parte de los productos y servicios en la isla al final de la cadena de producción o importación, distribución y venta.

Y es que, según explicó el economista y planificador, Elías Gutiérrez, el IVA es un tributo que se aplica precisamente a lo que cada eslabón de la cadena de venta y consumo añade a sus productos de venta.

Es decir, si un distribuidor le cobra a un mayorista un televisor a $1,000 y lo vende a una tienda a $1,500, se aplica un IVA a los $500. Una vez la tienda le aplique un valor adicional y lo ubique, por ejemplo, en $2,000, es muy probable que el consumidor pague una cantidad por encima de esos $2,000 para compensar el IVA que pagaron previamente el mayorista, el distribuidor y la tienda.

“Que van a gritar y a chillar los consumidores, por supuesto. Pero se supone que el IVA sustituya el impuesto al ingreso. Por eso es que es tan importante no perderse en ese debate de si es 7 o 18 %, sino que se haga bien, para que se sustituya el impuesto al ingreso y las planillas”, explicó Gutiérrrez, quien entiende que una tasa aceptable para la isla podría estar ubicada en un 22 %.

Añadió que, si bien será el consumidor el que recibirá el impacto de un impuesto que probablemente no cubra servicios y productos que hoy están exentos, este podrá confiar en que ese tributo llegará a las arcas de Hacienda de manera más directa de lo que se recauda actualmente con el IVU.
Por su parte, el también economista José Alameda señaló que aunque, sin duda, el IVA aumentará los precios del consumo en la isla, el establecimiento de este impuesto debe observarse como un complemento de la reforma contributiva.

“El IVA no puede verse segmentadamente. Es un sistema que altera lo precios al final de la cadena, aunque habrá cosas que estarán exoneradas, pero, por el otro lado, también habrá reducciones en las tasas contributivas e incentivos para el trabajo y habrá también un reintegro por regresividad”, dijo Alameda.

Presisamente, ese será el debate que se espera entablar en el Gobierno sobre el IVA, según el presidente de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández.

“¿Cuánto se eliminará de las obligaciones de otros mecanismos de recaudos?, ¿cuán amplia sería la base? y ¿cuán alta o baja sería la tasa? Ese es el debate...”, dijo.

Levantan bandera
A pesar del aval que ha recibido la sustitución del IVU por un IVA en Puerto Rico por ciertos sectores, los consumidores no parecen ver con buenos ojos el traspaso a un nuevo sistema de impuesto para la isla.

Según dijo a Metro, el experto en asuntos del consumidor, Gilberto Arvelo, conocido como Dr. Shoper, actualmente existe mucha desconfianza entre los consumidores ante el IVA.

“El consumidor no confía por la forma política con la que se está manejando el issue, porque no le dicen a la gente la realidad de lo que va a pasar. Aunque la gente sospecha lo que viene: que todo lo que se va a comprar saldrá mucho más caro”, explicó  Arvelo.

Mencionó, además, que, si bien la búsqueda del Gobierno es recaudar dinero de la economía subterránea que, según datos de 2002 de Estudios Técnicos, se ubica en los $17,000 millones o un 23 % del producto nacional bruto (PNB), la verdad es que podría afectar particularmente a los consumidores mayores de edad.

“Vas a coger a un montón de personas mayores que lo que reciben es una mera pensión y que no radican planilla porque lo que ganan no da. Esa gente en vez de pagar un 7 % pagará un 17 % de lo que compren, por ejemplo. Si la pensión no aumenta y le siguen quitando beneficios a este sector y ahora cuando vas a comprar será más caro, se jo....”, opinó.