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14 de julio de 2016

20Minutos.com

DETROIT, Michigan, EE.UU. (AP) — Una corte federal de apelaciones determinó que General Motors no puede utilizar su bancarrota de 2009 para defenderse de demandas relacionadas a accidentes ocasionados por interruptores de encendido defectuosos en algunos de sus vehículos, lo que expone a la compañía a querellas adicionales por miles de millones de dólares, según expertos jurídicos.

La Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito en Manhattan determinó el miércoles que GM sabía respecto a los interruptores defectuosos cuando solicitó protección por bancarrota hace siete años, pero lo mantuvo en secreto ante el tribunal de bancarrota. Al no revelar los problemas, GM impidió a víctimas de choques presentar demandas o impugnar las condiciones de bancarrota, lo que los privó de un debido proceso, señaló la corte de apelaciones.

En su opinión, de 74 páginas, un panel de tres jueces dijo que GM esencialmente solicitó a la corte que le recompensara por ocultar demandas. "Nos negamos a hacer eso", dijo el tribunal.

Bajo los términos del rescate por bancarrota financiado por el gobierno, la compañía que emergió, denominada Nueva GM, fue saneada de la mayoría de las demandas contra la compañía previa a la bancarrota, o Vieja GM. El retirado juez federal de bancarrota Robert Gerber determinó en abril de 2015 que la mayoría de los demandantes por interruptores defectuosos no podían demandar a la Nueva GM por daños y perjuicios debido a que la empresa debía emerger de la bancarrota sin demandas realizadas a la Vieja GM.

Pero la corte de apelaciones revocó la mayor parte de esa decisión y permitió que procedan cientos de demandas presentadas antes de la bancarrota, incluidas algunas que argumentan que las acciones de GM ocasionaron que bajara el valor de sus automóviles.

"Pienso que GM tiene ahora que pensar que su potencial riesgo está en los miles de millones (de dólares)", dijo Erik Gordon, un abogado y profesor en la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan.

Steve Berman, un abogado principal en los casos de pérdida de valor, dijo que la corte de apelaciones determinó que la orden de bancarrota no protege a la Nueva GM de reclamaciones de que tergiversó la seguridad de los autos fabricados por la GM previa a la bancarrota. Los jueces de apelaciones, señaló, determinaron que la Vieja GM sabía que los motores de los autos podían detenerse intempestivamente y que las bolsas de aire no funcionarían, pero no reveló esos hechos durante el proceso de bancarrota.

Alrededor de 1.000 demandas por muertes y lesiones estaban a la espera del fallo de la corte de apelaciones, dijo Robert Hilliard, otro abogado del caso. Los documentos presentados por General Motors ante las autoridades de mercados y valores señalan que hay otras 101 demandas pendientes en Estados Unidos que alegan que las acciones de la compañía hicieron caer el valor de los vehículos.