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  Tu Crédito
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Consummer Reports

Nathaniel Lewis, de Richmond, Virginia, sueña desde hace por lo menos diez años con comprarse su primera casa. Pero el obstáculo para lograrlo no fueron ni los caprichos del mercado inmobiliario ni su cuenta bancaria; fue su informe de crédito. El documento mostraba dos hipotecas, una de ellas ya cancelada, además de otras 22 cuentas de crédito, algunas de las cuales indicaban un historial de pagos muy deficiente. Pero los datos pertenecían a otra persona con domicilio en el Estado de Virginia, también llamado Nathaniel Lewis. Lewis cuenta que para corregir la confusión les pagó casi mil dólares a las compañías de reparación de crédito, sin ningún resultado. “Pensé que nunca lo solucionaría”, recuerda.

Al fin, Lewis, que ahora tiene 54 años, llegó por recomendación a un abogado que lo está ayudando a corregir los errores. Pero su experiencia ilustra los problemas que pueden llegar a tener los consumidores cuando sus informes de crédito los traicionan. “Con tantos problemas en ese reporte”, dice, “yo no sabía por dónde empezar a arreglarlo”.

En un mundo manejado por la información, nuestra documentación crediticia constituye nuestra reputación, y los datos falsos pueden tener profundas repercusiones. Un mal crédito puede impedir un préstamo. Un propietario puede negarte un alquiler. Un asegurador puede elevar el importe de tu prima. Un posible empleador puede rechazarte.

Teniendo en cuenta cuánto puede afectar a tu vida cotidiana un informe de crédito, una encuesta reciente de Consumer Reports, representativa de todo el país, trae malas noticias sobre las actitudes de los estadounidenses hacia este tipo de documentación. Solamente un 53% de los 3,000 entrevistados que respondieron dijeron haber recibido algún informe de crédito de una o más de las tres principales agencias de informes de crédito u oficinas de crédito: Equifax, Experian y TransUnion.

Algo que también es alarmante: De aquellos que sí consultaron sus informes, el 20% encontró errores que podrían influir negativamente en su puntuación, como antiguas deudas incobrables que aún figuraban en la lista, datos de cuenta incorrectos (historial de pagos o límite de crédito, por ejemplo), cuentas que no eran las suyas, o información sobre alguna otra persona o algunas otras personas. Se revelaron resultados similares en un estudio realizado en 2013 por la Comisión Federal de Comercio. En ese estudio, el 13% de los 1,001 participantes tenían errores, y el 5% de los participantes tenían errores lo suficientemente graves como para que les fueran negadas tasas de interés favorables y otras oportunidades similares.

Qué entra en tu puntuación

Tu informe de crédito detalla tu historial crediticio, y tu puntuación de crédito es la expresión numérica de esos detalles. Ese número de tres dígitos —FICO, la calificación más usada, va de 300 a 850— forma parte de lo que las entidades crediticias y otros acreedores potenciales usan para juzgar tu solvencia. Según una estimación, si demoras más de 30 días en efectuar un pago a tu tarjeta de crédito, tu calificación FICO podría caer hasta 100 puntos. Una caída desde una puntuación alta de 780 hasta una puntuación regular de 680 podría agregar $828 más por año a una hipoteca fija de $300,000 a pagar en 30 años, lo que equivale a $24,859 a lo largo de toda la duración del préstamo, según cálculos realizados sobre tasas de interés recientes. (Para mejorar tu crédito, ve “11 pasos para rehabilitar tu puntuación de crédito”).

Los errores pueden llegar a impedirte todo acceso al crédito. Mike DiPaolo, de 84 años, de Dunwoody, Georgia, descubrió que esto era lo que había sucedido cuando una imprecisión provista por una entidad crediticia fue a parar a sus informes de crédito. Un acreedor le canceló la cuenta y otro le redujo la línea de crédito. Tuvo que iniciarles juicio a la entidad crediticia y a las oficinas de crédito para limpiar su nombre y su documentación. “Me llevó más de dos años resolverlo”, recuerda DiPaolo.

Las confusiones de identidad —lo que se llama expedientes mezclados— se encuentran entre los errores más difíciles de corregir. Cada vez que tú o un acreedor potencial solicitan información, las oficinas de crédito crean un nuevo informe de crédito. Ellos cotejan los identificadores provistos en el informe con información cedida por “proveedores” (de tarjeta de crédito, hipoteca, financiación para la compra de un automóvil y otras compañías con las que hayas tratado). Puede aparecer un error si un proveedor o una agencia de informes de crédito escribió mal algún código o, mucho peor aún, si alguien te robó tu número de Seguridad Social y contrajo deudas.

Pero los errores también son una función de las decisiones que toman las agencias de informes de crédito. Su tecnología informática, programada para hacer concordar, por ejemplo, solo una parte del número de Seguridad Social de una persona o su lugar de residencia, está en condiciones de dar más información a las empresas que compran informes de crédito con los cuales juzgar a millones de consumidores en Estados Unidos. Pero esa investigación menos estricta podría entonces hacer que se confundieran dos personas llamadas Nathaniel Lewis, y se desbaratara una solicitud de préstamo. “Prefieren dar más información sobre uno y no menos, pero a veces la información adicional no se trata de uno”, dice John Soumilas, abogado de Francis & Mailman, un bufete de Filadelfia especializado en leyes del consumidor.

Cómo enderezar un informe

En el camino hacia la solución de las controversias crediticias, casi nunca faltan obstáculos. De los entrevistados en nuestra encuesta que encontraron errores, dos tercios de ellos trataron de corregirlos. (Para obtener consejos útiles, ve “Cómo reclamar contra tu informe de crédito”).

Más de la mitad de ellos nos contaron que se vieron en situaciones difíciles, como desatención, maltratos o flagrantes mentiras.

Leonard Bennett, un abogado especialista en leyes de defensa del consumidor en Newport News, Vancouver, dice que eso no le sorprende. “A menudo, las agencias se limitan a hacer que sus computadoras verifiquen que la información ya recibida siga recibiéndose” comenta. “No hay trato con personas”.

Stuart K. Pratt, presidente y director ejecutivo de la Asociación de la Industria de Datos para el Consumidor (CDIA), un grupo comercial, dice que las compañías que la integran poseen sistemas capaces de garantizar que las controversias ingresadas a sus bases de datos se describan correctamente, y que esas controversias lleguen rápidamente a las entidades crediticias, ya que es allí donde pueden haberse originado las discrepancias.

“Nuestros sistemas requieren además que las entidades crediticias emitan su opinión por escrito sobre las controversias en torno a los informes crediticios presentados por los consumidores” de modo que reciban la debida atención, sostiene Pratt.

En mayo pasado, Misisipi se convirtió en el primer estado en presentar una demanda judicial contra una oficina de crédito por presuntas infracciones a la ley estatal y federal. Alega el fiscal general del estado Jim Hood que, entre otros cargos imputados a Experian, la agencia en sus informes mezcló identidades de consumidores, hizo figurar como atrasadas o morosas cuentas que fueron pagadas en término o en su totalidad, olvidó actualizar la documentación de embargos o juicios que se retiraron o resolvieron, e hizo figurar a personas vivas como fallecidas.

La respuesta de Experian es que la demanda no está avalada por pruebas fehacientes y que se defenderá con todos sus recursos.

Los consumidores también emprenden acciones por cuenta propia. En julio de 2013, Julie Miller, una enfermera de 58 años de edad del condado de Marion, del estado de Oregón, ganó un juicio contra Equifax con un veredicto récord de $18.4 millones en concepto de indemnizaciones punitivas.

En su presentación como querellante, Miller alegó que la compañía ignoró sus reclamos de corregir un problema de expedientes mezclados que deterioró su legajo crediticio, porque en él constaban numerosas cuentas de cobranzas que en realidad pertenecían a otra persona. (El pasado enero, las indemnizaciones punitivas y compensatorias se redujeron a $1.8 millones). “No era su intención iniciarle juicio a nadie”, comentó Michael Baxter, uno de los abogados que representaban a Miller. “Ella lo único que quería era limpiar su crédito”.

El cambio se aproxima... con tu colaboración

Con el fin de agilizar las correcciones en los informes de crédito, la Oficina de Protección Financiera al Consumidor (CFPB) ha impulsado con éxito una serie de modificaciones al sistema informático que da a conocer la información de las controversias de los consumidores. Y se espera que este año la agencia redacte reglas que formulen con mayor exactitud las responsabilidades, tanto de las agencias de informes de crédito como de los proveedores, en la corrección de los errores que puedan contener los informes de crédito.

Consumers Union, la división de defensa de Consumers Reports, apoya estos esfuerzos, como asimismo una legislación que exija a las agencias de informes de crédito que proporcionen sin cargo las puntuaciones crediticias “reales” que utilizan las entidades crediticias (en contraposición a las puntuaciones “educativas”) junto con los informes crediticios anuales que los consumidores actualmente tienen derecho a obtener sin cargo a través de annualcreditreport.com.

 

Otras leyes útiles que volverían a debatirse en el Senado permitirían a los tribunales de justicia que impidan a las agencias de informes de crédito dar información inexacta, y exigirían a los acreedores que revisen, describan por escrito y tomen en cuenta toda la documentación provista por el consumidor.

Otros proyectos pendientes podrían colaborar con las puntuaciones de crédito exigiendo que se retiren de los informes de crédito las deudas pagas o saldadas que se hayan contraído para recibir atención médica.

Las nuevas versiones de VantageScore y de la puntuación FICO, FICO 9, no tienen en cuenta en la sumatoria ese tipo de deudas.


Cómo reclamar contra tu informe de crédito

La Ley de Informe de Crédito Justo (FCRA), sancionada en 1970, exige a las agencias de informes de crédito, incluidas las tres principales —Equifax, Experian y TransUnion— que corrijan o eliminen de tu informe de crédito, normalmente dentro de los 30 días, toda información imprecisa, incompleta o no verificable.

Estos son algunos consejos que te ayudarán a obtener el resultado deseado:

• Comunícate por escrito. Nunca intentes resolver un reclamo importante por teléfono o en el sitio web de una oficina de crédito. Y envía siempre la correspondencia por correo postal como cartas documento o cartas certificadas.

• Conserva todos los documentos hasta que el reclamo se resuelva.

• Haz certificar tu carta ante notario antes de enviarla.

• Envía una copia de tu queja a la compañía que generó el error.

• Proporciona una identificación completa. Incluye tu nombre completo, tu número de Seguridad Social completo y una copia de tu licencia de conducir, una factura de servicios a tu nombre y otros documentos de identificación. A menudo, las agencias de informes de crédito rechazan quejas por considerar que no incluyen suficiente identificación.

• Conoce tus derechos. Según la ley de informes de crédito, tanto los acreedores como las agencias de informes de crédito deben llevar a cabo investigaciones detalladas y significativas de las quejas. De lo contrario, los consumidores tienen derecho a reclamar indemnizaciones por daños reales, daños estatutarios e indemnizaciones punitorias.

• Quéjate a la oficina de asuntos del consumidor o a la oficina del fiscal general de tu estado, o a la Oficina de Protección Financiera al Consumidor (ayuda al consumidor finance.gov/app/credit reporting/ask). La Oficina de Protección Financiera al Consumidor (CFPB) trata de investigar todas las controversias. En un análisis de datos procedentes de la CFPB realizado en 2013 por el Grupo de Investigaciones de Interés Público de los Estados Unidos (PIRG), se concluyó que la oficina pudo lograr que las agencias de informes de crédito proporcionaran reparaciones a los consumidores —un pago monetario o la corrección de un informe— en el 30% de los casos.

• Consulta a un abogado. Si tanto tus esfuerzos como los de empleados de agencias del gobierno resultan infructuosos, tal vez tenga que iniciar un juicio. Comunícate con un abogado especialista en protección al consumidor a través de la Asociación Nacional de Defensores del Consumidor (naca.net).

• No trates con compañías de reparación de crédito. Te cobrarán por cosas que puedes hacer fácilmente por ti mismo. En algunos casos, los consejos que dan son realmente peligrosos. Nathaniel Lewis, de Richmond, Virginia, dice que las compañías a las que acudió le cobraron casi mil dólares pero no consiguieron que la información incorrecta fuera borrada de tu documentación de crédito. Peor aún, una de ellas le recomendó declararse en bancarrota, un paso inapropiado.


11 pasos para rehabilitar tu puntuación de crédito

Los modelos de puntuación de crédito son como copos de nieve: hay muchos, y ninguno es idéntico al otro. Solamente FICO vende 65 versiones.

Por esa variedad —y porque una entidad crediticia podría usar puntuaciones diferentes de las que obtuviste tú— ten en cuenta el rango de las puntuaciones, y sigue su tendencia a lo largo del tiempo. John Ulzheimer, un experto en créditos del sitio web Credit Sesame que trabajó anteriormente en FICO y Equifax, recomienda estos otros puntos para tener en cuenta al gestionar tu puntuación:

1. Paga tus cuentas a tiempo. La actividad de pago representa el 35% de una puntuación FICO y el 40% de una puntuación VantageScore. Paga al menos la cuota mínima mensual antes que atrasarse.

2. Consulta tus informes solicitando cada cuatro meses un informe de crédito sin cargo a una agencia distinta cada vez, a través del sitio annualcreditreport.com. Indagaciones de crédito “involuntarias” —por parte de una posible entidad crediticia y otros a quienes autorices— pueden reducir levemente tus puntuaciones. Pero no hay multa alguna por consultar por uno mismo; eso se llama “indagación voluntaria”. Varias consultas por parte de entidades crediticias dentro de un lapso de 45 días cuentan para las compañías de puntuación de crédito como una única consulta, dado que la proximidad en el tiempo indica que estás buscando tasas de interés por un único préstamo, no por muchos.

3. No solicites varias tarjetas de crédito a la vez. A menos que se solicite una hipoteca, un automóvil o un préstamo estudiantil, solicitar diversas tarjetas de crédito genera varias indagaciones involuntarias. Lee en cambio cuidadosamente los términos y condiciones prospectivos de cada tarjeta y solicita solo una.

4. No canceles una tarjeta de crédito que no uses a menos que cargue una cuota anual. Es preferible que guardes el plástico en un cajón. Parte de tu puntuación dependerá de la proporción entre el crédito que uses en tus tarjetas de crédito y el valor total disponible de tus líneas de crédito. Eliminar una tarjeta reduce tu línea de crédito y puede aumentar la proporción, lo que se refleja en la puntuación como indicador negativo.

5. No abras demasiadas cuentas nuevas de crédito a la vez.

Al hacerlo, reduces la “edad” promedio de tus cuentas, lo cual puede reducir tu puntuación crediticia.

6. Mantén los saldos acreedores de tus créditos en un monto relativamente bajo. Lo prudente, según los expertos, es mantener el saldo acreedor de un crédito renovable por debajo del 10% de tu línea de crédito total. Una proporción más alta indica un riesgo crediticio elevado.

7. Ten cuidado con los saldos acreedores altos que se manejan por puntos. Si pagas todo con los puntos de premio de tu tarjeta, cambia por un par de meses a pagar al contado o con tarjeta de débito antes de solicitar un nuevo crédito. Los prestamistas no pueden deducir de tu puntuación si saldas tus deudas mes a mes. Verán nada más que tu puntaje crediticio, que refleja un momento aislado en el tiempo, muestra que pagas mucho en relación con tu límite de crédito, lo cual es negativo.

8. Mantén diversos tipos de crédito. Cumplir en tiempo y forma, en un mismo período, por ejemplo, con los pagos de un préstamo para la compra de un automóvil, un préstamo estudiantil y las cuentas de la tarjeta de crédito demuestra que puedes manejar diferentes tipos de crédito, lo cual es algo a tu favor. Esto suma 10% a tu puntuación.

9. Obtén un préstamo personal para saldar la deuda de tu tarjeta de crédito. Puede mejorar tu puntuación crediticia si pagas la infame deuda “renovable” de las tarjetas de crédito con la benigna deuda “en cuotas fijas” de un crédito personal. La primera perjudica tu puntuación, mientras que la segunda la mejora. Y la tasa de interés del préstamo posiblemente sea menor que las tasas de interés de las tarjetas.

10. Salda el monto total de las deudas en las cobranzas. Siempre es mejor tener saldo cero en las cobranzas, pero pronto descubrirás además que obtienes como resultado una puntuación crediticia muy superior. En las versiones más actuales de las puntuaciones crediticias VantageScore y FICO, las cobranzas con saldo cero no quedan registradas.

11. Luego de una bancarrota, obtén una tarjeta de crédito con depósito de garantía. Si has sufrido alguna, comienza a poblar tu informe de crédito con buenos indicadores. Las tarjetas de crédito con depósito de garantía pueden ser una forma eficaz de reconstruir tu crédito. Una bancarrota tendrá menos impacto a la larga sobre tu puntuación siempre que no dejes de pagar los nuevos préstamos. Pero las bancarrotas descritas en los Artículos 7 y 13 permanecen en tu informe de crédito durante 10 años.