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  Por el libro
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8 de febrero de 2019

Primera Hora

Tal vez la tacita de café que tanto deleita a la comunidad puertorriqueña no provenga de fincas locales sino de cosechas mejicanas que han venido a sustituir el preciado grano.

Esto ya que la sociedad boricua consume hasta 260,000 quintales anuales, y la isla solo recogió unos 18,000 durante la pasada temporada del 2018. 

Sin contar las manos que faltaron para recolectar la totalidad de los cultivos que hay en 17,000 fincas distribuidas en 22 pueblos.

“La cosecha pasada estimamos que llegaba a 20,000 quintales, pero lamentablemente no va a llegar y se va a quedar cerca de 15 a 18,000 y eso nos obliga a importar más café. Estamos importando cerca de 240,000 quintales de café y nuestra meta es que, en los próximos años, renovar las plantaciones que perdimos”, expresó el agrónomo Carlos Flores Ortega, secretario del Departamento de Agricultura.

 ‘Ahora mismo se consumen entre 240,000 a 260,000 quintales, dependiendo el año. Este año la subasta se la llevó México, nosotros importamos el café semitostado para evitar que no venga verde o con enfermedades y nosotros se la proveemos a los torrefactores en Puerto Rico”, señaló al mencionar a Utuado, Adjuntas, Yauco y San Sebastián entre los municipios que aportan importantes cosechas.

El titular de Agricultura destacó las dificultades que ha enfrentado la industria luego de la devastación atmosférica; situación que se agrava al no tener quién recoja la cosecha en el pico de la temporada que se da entre septiembre a diciembre.

“Durante esa época de cosecha, en septiembre y octubre que es el pico de la cosecha hasta noviembre y diciembre se requiere mucha mano de obra para la cosecha de café. Tenemos cerca de unas 17,000 fincas, pero necesitamos entre 8,000 a 9,000 recogedores de café, pero desgraciadamente no los tenemos”, lamentó.

Sin embargo, la poca cosecha tampoco contó con suficientes recolectores. 

“El año pasado no teníamos cosecha realmente, así que muy pocos empleados vinieron a la actividad agrícola. Te diría como 3,000 a 5,000 empleos que se dedicaron mayormente a levantar las fincas, a sacar los árboles caídos, poda, ese tipo de tarea porque no teníamos arbolitos para resiembra y no teníamos cosecha tampoco”, admitió.

Para contrarrestar la pérdida, el Departamento de Agricultura estableció un plan a tres años en el cual se proponen sembrar cerca de 4 millones de árboles de café, que estarán disponibles para los agricultores durante los meses de verano.

“Después de un año, pasado el huracán, lo que nos ha dado tiempo es de tener la semillita germinando en 21 viveros que tenemos distribuidos a través de toda la isla. Tenemos contrato con 21 viveristas y va a haber aproximadamente 4 millones de arbolitos que van a salir para los meses de mayo, junio o julio que estarán disponibles para los agricultores”, asintió.

“Eso es un plan a tres años para poder renovar las plantaciones que se perdieron que estimamos en unas 15 a 20,000 cuerdas que tenemos que renovar. De la misma cosecha pasada y cerca de dos millones de semillas que nos proveyó Starbucks, más dos millones de limaní y frontón que son variedades que cosechamos en la pasada cosecha de 2018”, aseguró.

Flores Ortega cifró sus esperanzas en un plan que puede tomar entre cuatro a ocho años, para retomar al menos 150,000 quintales de café. Esto sustituiría las importaciones actuales.

“La próxima cosecha vislumbra un poco mejor, espero que pasemos por lo menos de 30,000 a 40,000 quintales, con la poda y el trato que le está dando el agricultor a las siembras que le quedan. Son árboles que van a estar más robustos, más grandes y posiblemente vamos a tener más café”, confesó.

“Necesitamos no solamente un árbol grande, fuerte, productivo, sino las manos para coger el café. Tenemos que buscar esa mano, porque se nos puede estar perdiendo la mitad del café en el campo si no tenemos con quien cogerlo”, recalcó.