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  Por el libro
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20 de diciembre de 2018

El Vocero

El aumento en la tasa de interés referencial -entre 2.25% y 2.50%- por parte de la Reserva Federal, significará un costo mayor en el financiamiento de préstamos hipotecarios, personales, de autos y en tarjetas de crédito, lo que podría dificultar el acceso al crédito y dificultar la capacidad de pago algunos puertorriqueños.

George Joyner, comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), explicó a EL VOCERO que la decisión anunciada ayer por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afectará la cualificación de los consumidores boricuas. “Si antes un individuo cualificaba para un préstamo de $150 mil, ahora como el pago mensual de la hipoteca no puede exceder de un 30% a 35% sobre los ingresos, se va a ver afectado. Le aumentaría la cantidad de pronto pago porque no va a estar apto a financiar tanto. Además, aumentaría el precio de venta”, aseguró Joyner.

Aunque el comisionado indicó que “los bancos en la Isla están extremadamente líquidos” y que se han estado preparando para que el aumento en las tasas no tenga un impacto tan fuerte sobre los consumidores, no descarta que las hipotecas se vean afectadas. “Va a afectar definitivamente porque no se fija la tasa de interés”, comentó.

Por su parte, Zoimé Álvarez Rubio, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR), destacó que el impacto del alza va a depender del producto bancario que tenga el cliente. “Los bancos miembros de la ABPR continuarán observando de cerca esta tendencia y trabajando para buscar las mejores alternativas para apoyar a sus clientes”, dijo la ejecutiva.

Álvarez Rubio sostuvo que si la economía de los Estados Unidos continúa esta proyección, se podrían anticipar más alzas para el año 2019. “Esto es un ejemplo claro y contundente de la necesidad urgente de estimular la economía de Puerto Rico”, agregó.

En tanto, el presidente de la Cámara de Comercio y CPA, Kenneth Rivera, también reconoció que para Puerto Rico el incremento no es positivo, ya que la economía local no está corriendo a la par con la de Estados Unidos.

“La realidad económica del puertorriqueño está restringida y requiere mucho más de crédito, cuyo acceso ahora se ve más limitado. El impacto no es tan malo para el que vive en Nueva York, como para el que vive en Hatillo con unos recursos más limitados. Ahora el acceso a tomar prestado será más costoso”, sentenció.

El alza es la cuarta que ocurre en el año y lleva los porcientos de interés a sus niveles más altos en la última década. Según la Reserva, el cambio responde a sus esfuerzos para mantener a raya la inflación –que actualmente fluctúa en un 2.50%- en momentos donde se ha experimentado una mejoría del mercado laboral estadounidense.

El economista Argeo Quiñones explicó que el desempleo en Estados Unidos se mantiene actualmente en un 3.7% y que a medida que se crean empleos mejor remunerados, se forma un espiral inflacionario donde los aumentos salariales se traducen en aumentos de precios.

“La reserva ha aumentado las tasas de interés para atajar esa inflación incremental. Ellos trabajan en función de que la inflación no suba más de ese 2% y las empresas pasan los aumentos en costos operacionales y de nómina a sus clientes. La demanda excesiva en el mercado laboral eleva la inflación y los obliga a aumentar las tasas para mantenerla”, esbozó Quiñones.

De cal y de arena

Para el analista financiero y profesor, Juan Carlos Quiles, el alza en los intereses beneficia a unos e impacta a otros. Aseguró que los más beneficiados resultan ser aquellos tenedores de instrumentos financieros que pagan intereses, ya que los beneficios serán más altos. En este segmento figuran los bonos, los CD y las Ira, entre otros. Sin embargo, no es favorable para tenedores de acciones, ya que el alza en intereses limita su capacidad de venta, reduciendo sus opciones a una pérdida de sus ingresos, ya que en el intento de convertir en líquido dicha inversión, podrían perder dinero.

“Para unos inversionistas puede ser favorable, porque se benefician con la relación que siguen con el alza de intereses de los bonos del tesoro de los EE.UU. Sin embargo, al efectuarse un alza en intereses, en momentos donde no existe una inflación, lo que hace es generar volatilidad en los mercados, lo hace caer el valor de muchas acciones. Se trata de una estrategia de presión de los mercados para intentar evitar la tendencia alcista en el alza de intereses”, sostuvo Quiles, quien entiende que esta deberá ser la última alza por un buen tiempo.