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  Por el libro
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21 de enero de 2020

El Vocero

La maltrecha economía de Puerto Rico ha afectado las operaciones de diversas industrias, incluyendo a las funerarias, que han experimentado una baja en la prestación de servicios y en los días de velatorio como resultado de las apretadas finanzas de las familias puertorriqueñas.

El presidente de la Asociación de Funerarios, Eduardo Cardona, comentó que la tradición en Puerto Rico eran los velatorios de hasta tres días, tendencia que desde hace unos cinco años se ha visto trastocada. Actualmente, los velorios son de un día, en un horario establecido y en algunos casos —cuando tienen familiares fuera del País— de dos días.

“Hay menos dinero corriendo en la economía por lo que los velorios de tres días o los que se hacían en las casas ya no son la tradición en la Isla. Esa tendencia ha cambiado en los últimos años y aún más luego del huracán María. Ahora el promedio regular está en un solo día de velatorio”, comentó Cardona.

Pese a que la crisis económica se ha extendido por más de una década, el embate del huracán María complicó el panorama de los funerarios. Según explicó el también propietario de la funeraria Cardona, en Santurce, la inestabilidad del sistema eléctrico, los altos costos operacionales, el éxodo masivo y el aumento del desempleo, trastocaron las operaciones en los servicios funerarios.

“En ese momento dependíamos de los generadores, que terminaban hasta dañándose. Eso nos obligó a reducir los horarios de operaciones y tener que ofrecer descuentos en ese momento. Estábamos realizando funerales de un solo día y la tendencia se ha mantenido a casi tres años del huracán. Se velan por la mañana y se entierran en la tarde”, comentó.

Incrementan los precios

Cardona también discutió que la crisis ha elevado el costo promedio de un velatorio a $1,500 aproximadamente. Aunque es más costoso que en años anteriores, no necesariamente representa una bonanza para las funerarias. Los costos operacionales continúan en ascenso y la prestación de servicios se mantiene a la baja.

“Al igual que ha ocurrido con otros servicios, el servicio fúnebre básico también se ha visto afectado. Ese precio también depende de la comunidad a la que sirve la funeraria y de los gastos operacionales de cada una, que por lo general suelen ser bastante altos”, comentó el presidente de la asociación que agrupa a 112 funerarias alrededor de la Isla.

“Ahora los velatorios son menores, se buscan opciones más económicas, pero los costos y los gastos de las funerarias son los mismos o hasta mayores. Hay muchos funerarios que tienen una empleomanía alta y otros que sus edificios todavía no están saldos. Eso se tiene que pagar. A esto se suman los demás gastos”, agregó.

Muchos optan por la cremación

La cremación es una opción más económica que el entierro tradicional y ante el alto costo de morir en Puerto Rico, la cifra de cremaciones realizadas en la Isla mantiene una tendencia de incremento desde 2010. El costo de este procedimiento —que comenzó a realizarse en la Isla en la década de los 80— comienza en poco menos de $600.

Según los datos más recientes del Registro Demográfico y Estadísticas Vitales del Departamento del Salud (DS), en 2018 se realizaron unas 9,718 cremaciones, lo que representa un aumento de 42% en comparación con las 5,658 registradas en 2010.

Desde 2016 al 2018 la tendencia sobrepasó las 9 mil cremaciones ejecutadas y se estima que la cifra para 2019 mantenga el mismo ritmo. En 2016, se hicieron 9,068 y en 2017, dado el devastador impacto del huracán María —que dejó el saldo de 4,645 muertes— la cifra de cremaciones se elevó a 10,587.

Más muertes, menos funerarias

En los pasados tres años, aproximadamente una decena de funerarias de comunidad —que en su mayoría brindan servicios a familias de escasos recursos— se han visto obligadas a cesar sus operaciones porque no resultan costo efectivas.

Cardona indicó, además, que tras los fuertes sismos ocurridos recientemente en la región suroeste de la Isla, dos funerarias más quedaron fuera de servicio por daños ocurridos a su infraestructura.

“Hay menos funerarias operando en Puerto Rico porque la economía no es la misma y todos los negocios —sean los que sean— se han afectado. Ahora con los sismos, dos funerarias más en Guánica sufrieron daños y no son seguras para operar”, comentó.

Junto al cierre de funerarias, sobre 30 mil personas mueren anualmente en Puerto Rico, que por décadas ha mantenido una de las tasas más altas de mortalidad. Actualmente se registran 8.9 muertes por cada mil habitantes y 20 asesinatos por cada 100 mil habitantes. Entre una lista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) —que analiza la mortalidad en 223 países— Puerto Rico ocupa el puesto número 65.

Por otro lado, las estadísticas del Departamento de Salud y de la Oficina del Censo de Estados Unidos evidencian un envejecimiento de la población boricua, lo que, sumado al severo éxodo poblacional que enfrenta Puerto Rico desde el año 2017, representa que la cantidad de muertes sobrepasará el número de nacimientos.