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  Por el libro
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23 de febrero de 2018

El Vocero

La ley que elimina el uso de las bolsas plásticas en comercios, y que entró en vigor el pasado verano, no solo le ha representado un ahorro a la mayoría de los comerciantes, sino que se ha convertido en un ingreso extra, con la venta de bolsas reusables a los clientes para cargar los artículos comprados.

A su vez, el temor que existía en la industria de ventas al detalle en cuanto a una posible alza en los casos de hurto de mercancía, por el hecho de que los clientes pueden salir de los comercios con los artículos en mano, no ha ocurrido así.

El CPA Eduardo González Green dijo que antes de que existiera la ley los comercios tenían que suplir las bolsas y era parte de sus gastos. En cambio, como ahora los consumidores pueden cargar con la mercancía sin bolsas, la disponibilidad de estas como producto para comprarlas se convierte en un ingreso más.

“Hay comercios que venden dichas bolsas en cinco centavos, pero hay otros cuyos precios pueden alcanzar hasta los 15 centavos por bolsa, lo que representa un ‘profit center’ que antes no tenían. Anteriormente eran ellos los que pagaban por esas bolsas”, señaló González Green.

Con ello coincidió Nelson Ramírez, presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), quien comentó que la ley ha resultado beneficiosa para los negocios, ya que lo invertido en la compra de las bolsas reusables no lo pierden. “Ahora las bolsas son una ganancia para los comerciantes. Antes era un gasto en el que tenían que incurrir”, agregó.

Según los entrevistados, uno de los grandes temores con la llegada de la ley ha sido la posibilidad de mayor hurto de mercancía, debido a la falta de personal que pueda asegurarse de que todo lo que carguen sus clientes haya sido mercancía pagada. Sin embargo, la experiencia hasta ahora ha sido otra.

En el caso de la industria de alimentos, que se percibía como una de las más vulnerables al hurto, Manuel Reyes, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), aceptó que en un principio hubo la preocupación pero, por el momento, los robos registrados no se pueden adjudicar a la eliminación de las bolsas. Explicó que ha habido una serie de eventos, muchos de ellos generados por el huracán María, como es la falta de energía, problemas con la asistencia de los policías, entre otros, que pueden incidir en el delito de hurto de mercancía y no necesariamente tiene que ver con el asunto de las bolsas.

“Necesitamos que transcurra un año normal, para poder relacionar los hurtos a un hecho en particular. Por el momento, lo que se ha experimentado es un alza en el gasto de seguridad y la imposición de reglas, de manera que se pueda evitar el robo”, sostuvo.

Agregó que las alternativas de bolsas que muchos comercios ofrecen y que los clientes compran han reducido las expectativas de alza en hurtos. Dijo que es necesario aclarar algunos aspectos de la capacidad del comerciante para establecer un registro de clientes al salir de establecimientos sin que estos se molesten.