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  Por el libro
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22 de septiembre de 2020

El Vocero

Luego de tres semanas en el código amarillo por los contagios de Covid-19 —que implica un nivel más bajo—, Puerto Rico está ahora en el código naranja, a un paso del nivel crítico, según el índice creado por los científicos del País.

Los contagios y muertes por Covid-19 siguen aumentando y el secretario de Salud, Lorenzo González, alertó nuevamente que son preocupantes las cifras. No descartó que esto implique el cierre de algunos sectores económicos que abrieron durante la orden ejecutiva vigente.

“El área naranja implica mayor restricción. ¿Qué puedo decir? La parte de los recursos hospitalarios hemos visto que se ha mantenido relativamente establece y eso es algo positivo. Al día de hoy (ayer) tenemos 55% de camas utilizadas, 386 hospitalizados y tenemos 473 camas utilizadas en intensivo”, detalló González. “Los indicadores de hospital, intensivo y ventiladores están por debajo de lo esperado. Vamos a ver cómo se comportan las muertes, pero seguimos viendo positividad”, advirtió.

González dejó saber que los grupos médicos —incluyendo el desarticulado ‘task force’ de asesores de La Fortaleza— se reunirán a finales de esta semana y el anuncio de la nueva orden ejecutiva se realizará la semana entrante.

El Departamento de Salud informó ayer una muerte adicional por Covid-19 y los nuevos números de contagios reflejaron 473 casos entre confirmados y probables. Quien murió fue una mujer de 74 años, de la región de Aguadilla.

De acuerdo con el comunicado que Salud envía diariamente, las muertes confirmadas acumuladas suman 439 y las probables están en 170. En total, los decesos —probables y confirmados— totalizan 609.

La orden ejecutiva que comenzó el 12 de septiembre caduca el próximo 3 de octubre. Con la orden vigente, el gobierno intentó nuevamente reabrir la economía casi en su totalidad, permitiendo la operación de cines, gimnasios, casinos y aumentando la capacidad de los restaurantes.

Tanto la gobernadora Wanda Vázquez como sus asesores insistieron en que la protección dependía de los ciudadanos, quienes debían protegerse con mascarilla, distanciamiento y lavado de manos. Esta orden implicó, además, el regreso de los empleados públicos a las agencias del gobierno y mantuvo abiertas las iglesias.

Se anunció que las próximas decisiones del gobierno no responderán a los asesores en salud y economía, pues se creó un índice de alertas para la ciudadanía.

La gobernadora dijo que detallaría los pormenores del índice de alertas y qué sector de la economía puede abrir en cada uno de los renglones, pero esta información no la han ofrecido.

“Los colores nos dan una forma racional de analizar esto”, indicó el secretario de Salud. “Si estamos en anaranjado, va a haber una restricción adicional. La orden que tenemos se hizo cuando estábamos en amarillo. ¿Deberíamos ahora ver más restricciones?”, cuestionó González.

“Sigue siendo serio lo que ha presentado la gobernadora en cuanto al uso de mascarilla, distanciamiento y el uso de higiene de manos, pero también los grupos de alto riesgo deben mantenerse en sus casas, que es lo que se ha discutido”, enfatizó.

Este índice de alertas, según publicó EL VOCERO, opera óptimamente cuando hay suficientes pruebas realizadas y cuando el rastreo de contactos es eficiente. Fue creado por el Puerto Rico Health Trust y considera cuatro indicadores: la disponibilidad de camas de intensivo en los hospitales, el porcentaje de positividad, la cantidad de casos activos y la capacidad de transmisión del Covid-19 en la Isla.

González insistió en que la agencia cumple con realizar suficientes pruebas y con dar seguimiento a los contactos de las personas positivas al virus. Aseguró que se reunieron con los laboratorios Quest para discutir un retraso en el informe de resultados de pruebas realizadas. Afirmó que, además, se reunieron con los laboratorios de referencia para garantizar la agilidad en los resultados y la congruencia en la manera de manejarlos.

Asisten en el proceso electoral

De acuerdo con el secretario de Salud, funcionarios de esta agencia se reunieron con los directivos de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), a quienes asistirán en el proceso de voto de confinados y encamados para implementar medidas que prevengan el contagio con coronavirus. El grupo estará encabezado por la doctora Jessica Irizarry, directora de la División y Control de Enfermedades Crónicas de la agencia.

“Vamos a trabajar con ellos en el contexto de la votación en las cárceles, los envejecientes y los encamados. Se está trabajando la logística de este esfuerzo con la Guardia Nacional para establecer la entrada a las cárceles”, sostuvo.