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Procurador General de Texas

Hace unas semanas el auto de Christina Morales sufrió una raspadura sin mayor importancia con otro vehículo.

Lo que siguió fue lo usual: Obtener la aprobación de la compañía de seguros para pagar un auto de renta y usarlo hasta que su vehículo saliera del taller de carrocería.

Pero las cosas acabaron mal para Morales, enfermera de 29 años. Tuvo un conflicto con Enterprise Holdings, propietaria de Enterprise Rent-A-Car, la compañía donde ella solía rentar.

EH también es propietaria de Alamo Rent A Car y National Car Rental.

La compañía acusó a Morales de haber tenido un accidente con la camioneta que rentó. Recibió una factura conminatoria por $1,000 por reparaciones y $100 por "gastos administrativos".

Sabía que estaba mal. Nunca tuvo un accidente con el auto rentado. Empezó a buscar en internet y encontró docenas de versiones similares de otros clientes.

Pero la compañía no cedió.

"La frase que siempre oímos de nuestros clientes es 'Yo no fui'", dijo Roger Van Horn, vicepresidente de control de pérdidas corporativas.

"Le entregamos el auto y no tenía daños. Usted lo devolvió, y tenía daños. Sucedió estando en su posesión, y por lo tanto usted es responsable".

De acuerdo con la Procuraduría General de Texas, la mitad de todas las quejas contra compañías de renta de autos son de clientes de Enterprise.

En el caso de Morales, nadie respondió a la carta de Morales en la que exponía sus argumentos y pedía información a la compañía.

Morales descubrió otros problemas. Dijo que los empleados de Enterprise falsearon la cantidad de millas que ella condujo el vehículo.

El comprobante de devolución indica que, en dos semanas, Morales viajó casi 17,000 millas.

El millaje inicial había sido borrado con otro más bajo escrito a mano.

"Hubiera tenido que viajar a Sudamérica tres veces", dijo, cuando solo usó el vehículo para su traslado diario de 40 millas de ida y vuelta.

El comprobante de devolución declara con letras grandes escritas a mano: "Ningún daño en la camioneta"; y sin embargo le cobraban daños dos semanas después de regresar el vehículo.

Cuestionó si la fotografía de prueba que la compañía le envió es de la camioneta que ella usó.

Otros clientes de Enterprise han dicho que la compañía les envió una foto de un auto dañado que no era el que ellos usaron.

La compañía atribuye la omisión a una confusión de su empleado.