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  Por el libro
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3 de octubre de 2019

El Vocero

A casi tres años de haberse derogado la Ley de Cierre, representantes locales del sector de ventas al detal aceptaron a EL VOCERO que la medida no ha cumplido con sus objetivos de crear la totalidad de los 30,000 nuevos puestos que se proyectaban ni se han alcanzado las ventas significativa esperadas.

Las razones para ello varían acorde el tipo de sector. Mientras para Iván Báez, director corporativo par Walmart Puerto Rico y presidente de la Asociación de Comercio al Detal (ACDET), las proyecciones inconclusas tienen que ver con la evolución del mercado local; para el presidente del Centro Unido de Detallista, Jorge Argüelles, la reducción en el flujo de clientes es lo que más ha impactado, sobre todo a los pequeños y medianos comerciantes.

Acorde con las estadísticas del Departamento del Trabajo, aunque se ha registrado una leve alza en los empleos a nivel general, liderado principalmente por las ofertas en la construcción, las cifras de los pasados tres años no alcanzan el millón de personas empleadas, muy similar a los años 1991 y 92, cuando existía la Ley de Cierre. Igual tendencia se registra en las ventas al detal, las cuales este año, en comparación con 2018, se mantienen abajo en 3.77%.

Sin embargo, Báez enfatizó que esta tendencia no puede adjudicarse estrictamente a la Ley de Cierre, sino a factores más fuertes, que –entiende- no pueden ser ignorados. Entre ellos mencionó un gobierno en quiebras con una economía deprimida por más de una década, la migración y el cierre de tiendas debido a estrategias corporativas y no por problemas locales.

“La realidad es que si no existiera la Ley de Cierre estos números fuesen más bajos. El comercio al detal ha cambiado y la tienda física y el comercio al detal en la Isla tienen que atemperarse a esos cambios. La Internet no cierra y hay que competir contra ella. La Ley de Cierre es un éxito rotundo. Genera conveniencia y flexibilidad para el consumidor, provee flexibilidad a los comercios para abrir en el horario que les convenga, de manera que puedan competir de tú a tú con el mercado globalizado. Si bien no ha generado todos los trabajos proyectados, no es menos cierto que genera espacios adicionales para que la gente pueda trabajar”, destacó.

En tanto, Argüelles reconoció que el comercio al detal ha cambiado, pero entiende que la Ley de Cierre le proveía cierta exclusividad en horario para que las Pymes pudiesen vender, estrategia que desapareció una vez se eliminó. “Antes si un consumidor iba temprano para la playa se detenía en una gasolinera y adquiría el hielo, los refrescos y hasta la cerveza. Ahora, como todo está abierto opta por las cadenas, venta que se deja de realizar en detrimento del pequeño. Las ventas se han diluido, pero no han crecido. Al no efectuarse mayores ventas, la creación de empleo tampoco se materializa”, analizó.

Estas reacciones se obtienen en momentos en que el sector comercial confronta una de sus etapas de mayor reto, donde siguen los cierres de tiendas, la migración no se detiene y el dinero discrecional no existe en los bolsillos de los consumidores. Todo ello, ha provocado que el porcentaje de comercios que abren durante días feriados u horarios extensivos apenas represente una tercera parte de la totalidad comercial.