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  Por el libro
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31 de marzo de 2021

El Vocero

El 75% de las unidades residenciales en Puerto Rico están ocupadas.

 

A pesar de que Puerto Rico ha estado en crisis económica por más de una década y con alto índice de desempleo, en el mercado de vivienda hay demanda para la compra de unidades residenciales tanto a través de financiamiento como en transacciones en efectivo, según representantes del sector hipotecario consultados por EL VOCERO.

Según datos del censo provistos por la Asociación de Bancos, el 75% de las unidades residenciales en Puerto Rico están ocupadas, para un total de 1,170,982, de las cuales solo el 24% o un total de 381,725 viviendas, están hipotecadas.

El censo refleja que el 25% de las viviendas está vacante —equivalente a 388,523—, por ciento que supera el doble de las unidades de vivienda vacantes en Estados Unidos, que es el 12%; por lo que las casas ocupadas del total de unidades de vivienda en Estados Unidos alcanzan el 88%.

Según las personas consultadas por EL VOCERO, la adquisición a través de financiamiento responde a los bajos intereses hipotecarios, mientras que la compra mediante transacción en efectivo es el resultado de herencia, la venta de otras propiedades o dinero proveniente de fuentes desconocidas. En estos casos, a los compradores les es más conveniente comprar en efectivo y no tener que asumir los intereses de una hipoteca a largo plazo.

María Judith Oquendo, asesora y corredora de bienes raíces, expresó que hay “mucha venta cash y no se está viendo la procedencia del dinero. A diferencia de la banca que cuando se realiza una hipoteca está obligada a establecer su procedencia. Con este tipo de transacción tampoco se tiene un control de la cantidad de ventas que hay, porque esto se hace a través de un abogado, quien presenta la venta en el registro de la propiedad”.

Hay también otras razones para que estas transacciones se realicen en efectivo, según se indicó, entre ellas que los dueños quieran vender la propiedad sobre el precio de tasación y al realizar la gestión con dinero en efectivo, no se exige la valoración de la propiedad para completar la venta. Mientras que para comprar mediante refinanciamiento, la tasación es obligatoria.

“Muchos dicen que están pagando con el dinero de una venta previa, pero no sabemos si es así ni cuándo se dio esa venta. Veo jóvenes comprando en efectivo y personas mayores. Otros dicen que recibieron dinero de un seguro, pero tampoco hay esa certeza. Están comprando casas caras”, aseguró la miembro de la Junta de Corredores, Vendedores y Empresas de Bienes Raíces del Departamento de Estado.

La corredora de bienes raíces Odette Chiesa, de G&M Realty Group, indicó que ha tenido clientes que interesan comprar unidades residenciales y que buscan adquirirlas sin un préstamo hipotecario.

“He visto casos de personas que han recibido dinero de la pensión de su trabajo al retirarse, gente de sobre 60 años e inversionistas jóvenes, en los 30 años, que tienen negocios en Estados Unidos y vienen a Puerto Rico a comprar propiedades cash”, detalló Chiesa.

Por su parte, Pedro “Peter” Torres, presidente de la Asociación de Banca Hipotecaria (MBA, por sus siglas en inglés) explicó que este comportamiento se debe en gran medida a que en Puerto Rico hay una gran cantidad de casas saldas que se revenden para adquirir otras viviendas, por lo que el listado de viviendas financiadas no aumenta cuando ocurre este tipo de transacción.

“Según el último censo, en Puerto Rico hay cerca de 1,559,505 unidades de vivienda y se estima que unas 350,000 son informales; o sea, que no tienen título o están en terrenos invadidos. Si se restan estás viviendas, quedan cerca de 1,100,000 y según las estadísticas de la OCIF (Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras), hay sobre 381,000 hipotecas activas. Entonces hay sobre 700,000 propiedades saldas, no hay que cancelar una hipoteca al banco cuando se venden. Muchos venden estas casas, que no deben, para comprar otra”, explicó el banquero.

Según Torres, hay padres o abuelos que les regalan propiedades a sus hijos y nietos, porque tienen un estatus económico favorable o se las dejan como herencia. Estas transacciones intrafamiliares traen como consecuencia que se haya reducido la cantidad de hipotecas.

“El portafolio de propiedades hipotecadas, en vez de estar aumentando, ha ido bajando. Ahora se saldan más casas de las que entran nuevas a los bancos. Las hipotecas cada vez son menos. En la venta en efectivo es el abogado quien informa la transacción en el Registro de la Propiedad, pagando los sellos y comprobantes. Lo mismo ocurre con el Centro de Recaudación de Impuestos Municipales (CRIM); el abogado debe solicitar el cambio de dueño”, acotó.

Compra de fincas agrícolas

Según Oquendo, otra modalidad que se observa entre los clientes es la compra en efectivo de fincas agrícolas en diferentes partes de la Isla, por personas que ya tienen un plan de negocio establecido.

“Se está viendo mucho la compra de fincas bien ubicadas en la montaña, en pueblos como Corozal, Orocovis y Utuado. Las buscan que tengan agua, con ríos o quebradas. El propósito no es trabajarlas, es alquilarlas, ahora más que aprobaron traer trabajadores agrícolas extranjeros de países como México”, abundó.