El asesinato del naturópata el 2 de noviembre de 2011 es investigado por el agente Luis Calderón, de la División de Homicidios de Bayamón.
Dos hombres y dos mujeres fueron acusados hoy, lunes, por defraudar al naturópata Carlos Iglesias Alvarez, quien fue asesinado el 2 de noviembre de 2011, en Bayamón.
Contra Joel de Jesús Ocasio, Carlos A. García Rivera, Marangely Rivera Colón y Noemí Amador Mojica se presentaron denuncias por violaciones al Código de Seguros.
También se le formularon cargos por evasión contributiva, falsificación de documentos y perjurio, informó el comandante Rafael Rosa.
El director del Cuerpo de Investigación Criminal en Bayamón precisó que la jueza María de Lourdes Camareno encontró causa para el arresto de todos los acusados y les fijó fianzas que oscilaron entre los $9,000 y los $18,000.
Todos los acusados prestaron el 10% de las fianzas señaladas y quedaron en libertad hasta la vista preliminar del caso.
Según Rosa, los acusados “son personas que le vendían seguros a Carlos Iglesias. Hacían falsa representación, falsificaban documentos y mentían”.
El comandante respondió en la afirmativa cuando se le preguntó si estas personas se hicieron pasar por vendedores de seguros ante el naturópata de 63 años, ultimado frente a su centro de trabajo en la Avenida Magnolia.
La prueba en el caso por fraude fue presentada por los fiscales Gretchen Camacho, Iván De Jesús y Carlos Romo.
El asesinato del naturópata, mientras, es investigado por el agente Luis Calderón, adscrito a la División de Homicidios de Bayamón.
Rosa no indicó si las personas acusadas por fraude han sido entrevistadas en relación al crimen de Iglesias.
“Esta es la primera fase (de la investigación). De la segunda (sobre el asesinato) todavía no podemos hablar”, sostuvo Rosa.
También evitó señalar si al presente como parte de la pesquisa se ha establecido un móvil claro del crimen.
Solo comentó que “era necesario someter esto primero”.
Además, no quiso aventurarse sobre cuándo podrían someterse cargos por el asesinato de Iglesias. Recordó que hay otras agencias gubernamentales como Justicia y el Instituto de Ciencia Forenses cuya labor es determinante para la presentación de acusaciones.
“Estamos confiados de que lo vamos a someter”, agregó.
Este medio supo que el Gobierno contrató a un caligrafista para trabajar en parte de la investigación. Iglesias Alvarez aparentemente había confrontado a alguien al percatarse de que era víctima de fraude por un seguro que había comprado.
Iglesias Alvarez fue tiroteado por un hombre a eso de las 6:25 p.m. del 2 de noviembre de 2011, justo mientras salía de su consultorio. Segundos antes de abrir fuego, el asesino, que tenía el rostro descubierto, le preguntó a Iglesias Alvarez si en el lugar se vendían pastillas naturales.
La víctima tenía en sus bolsillos $15,000 en efectivo y cheques. En la escena del crimen se ocuparon 11 casquillos calibre .45.
Iglesias Alvarez, de nacionalidad española y residente en Puerto Rico durante 40 años, se encontraba al momento del crimen junto a su esposa, Damaris Maldonado, quien al menos en las primeras entrevistas hechas por la Policía dijo que no podía identificar al pistolero.
Maldonado, quien no fue atacada por el victimario de su esposo, acudió siete días después del crimen al Cuartel General para brindar información que permitiera confeccionar un boceto del asesinato pero no pudo ofrecer datos suficientes para dibujar un posible rostro del sicario.
