Inicio  





 Lo Más Visto
- Sexagenaria cae en pescaíto y paga miles de dólares
- Hombre comete fraude contra personas de edad avanzada en Aibonito
- Las 10 mejores ofertas de alimentos según doctorshoper.com.
- ¿Aguacates en peligro?: revelan la amenaza que se cierne sobre el 'oro verde'
- Alerta tras inundaciones: potencial aumento de casos de dengue y leptospirosis




  Por el libro
Bookmark & Share

24 de enero de 2007

Por: Texas Attorney General

El Procurador General de Texas Greg Abbott hoy le dio fin a un fraude
de pirámide basado en Dallas para prevenir que ilícitamente impulse la venta de
la denominada "píldora ultra secreta para la gasolina", la cual la empresa
falsamente aseguraba podía incrementar el rendimiento de la gasolina. El acuerdo
del Procurador General con la empresa BioPerformance y sus propietarios Lowell
Mims y Gustavo Romero, les impide continuar la promoción engañosa de sus
productos y concluye la acción legal antepuesta contra la empresa hace ocho
meses.



Una combinación de los activos congelados de la empresa y la disolución de
dos fideicomisos creados por Mims y Romero aportará más de 7 millones de dólares
en reembolsos para los consumidores que fueron engañados. Mims y Romero pueden
continuar a operar cualquier negocio que sea legal, pero no pueden promocionar
engañosamente a las píldoras BioPerformance o semejantes productos que son
aditivos para el combustible.

"La acción legal rápida detuvo a este cínico y atrevido engaño contra los
consumidores", dijo el Procurador General Abbott. "Con los precios de la
gasolina llegando a niveles inigualados, esta empresa estaba promocionando su
píldora de gasolina como una cura milagrosa. Tristemente, estas píldoras que no
hacen nada, solamente eran la herramienta de un fraude de pirámide que
enriqueció a los vendedores mientras los consumidores se quedaron con las manos
vacías y sus carteras vacías".





Agregó Abbott: "Texas no tolerará a los defraudadores que se aprovechan de
los consumidores. Aunque continuaremos agresivamente contra los fraudes de
pirámide que sacan ganancias al vender productos sin ningún valor, el mismo
consumidor debería poner en duda cualquier productos supuestamente "milagroso"
que se promueve con declaraciones exageradas que carecen de pruebas creíbles".





En mayo de 2006, el Procurador General presentó una demanda contra la empresa
BioPerformance, alegando que la compañía violaba varias normas de la Ley de
Texas Contra Prácticas Empresariales Engañosas (Texas Deceptive Trade Practices
Act). Según los escritos legales presentados ante la core, BioPerformance
seguidamente hizo declaraciones falsas indicando que sus píldoras para el
combustible podían aumentar su rendimiento por hasta 30 por ciento y reducir las
emisiones un 50 por ciento. BioPerformance también vendía el producto aditivo
para el combustible en forma de polvo.





El Procurador General asimismo alegó que el producto y el plan de mercadeo de
la empresa corresponden a una estafa de pirámide basada en un producto, lo cual
viola la ley de Texas de Promoción de Pirámide (Pyramid Promotional Scheme). Por
su propia admisión, BioPerformance logró reclutar a 50,000 participantes dentro
de sus primeros seis meses de operación.





Tan solo unos meses después de que fue creada BioPerformance en 2005, la
Procuraduría General recibió informes que Mims y Romero estaban haciendo
declaraciones falsas acerca de su producto.





En sus presentaciones públicas en salones llenos, Mims y Romero promovían la
capacidad de sus productos de aumentar de una manera significativa el
rendimiento de la gasolina y reducir las emisiones de vehículos. El propósito
verdadero de estas presentaciones era reclutar vendedores para su producto que
pagaban varios cientos de dólares cada uno para ser parte del plan. Estos
participantes fueron a su vez instruídos a reclutar a todavía más vendedores y
crear nuevos socios a través de los cuales podían obtener comisiones. Es decir,
el plan funciona conforme al número de nuevos integrantes que tal miembro pudo
reclutar para que a su vez sean vendedores.





La amplia página Internet de BioPerformance hacía semejantes afirmaciones no
comprobadas acerca del producto, y a menudo se refería a éste como una "fórmula
ultra secreta" que era disponible sólo a través de vendedores de la empresa. La
página Internet también reiteraba las promociones de ventas, las cuales le
aseguraban a nuevos vendedores que, al vender las píldoras y reclutar a otros
para hacer lo mismo, lograrían considerables fortunas.





Para ayudar en su investigación, la Procuraduría General contrató a expertos
científicos respetados cuyos estudios no sólo confirmaron que las píldoras no
reducían de una manera significativa el consumo de la gasolina, sino también
revelaron que el ingrediente principal era "naftalina", una substancia también
utilizada en las bolas insecticidas de naftalina. A pesar de que la empresa
declaraba que las píldoras "no eran tóxicas", eran "buenas para el ambiente", y
"extremadamente seguras...en todos aspectos de uso", la naftalina es una toxina.






El Estado también determinó que los vendedores de BioPerformance que
reclutaban a nuevos vendedores obtenían comisiones sustancialmente más altas que
las comisiones pagadas a aquellos que vendían los productos de la empresa. Tal
plan de mercadeo y reclutamiento a menudo es una indicación de un fraude de
pirámide.





Pruebas adicionales de un fraude de pirámide fueron proporcionadas por
Romero, el Vice Presidente y Co-fundador, que admitió vender BioPerformance por
hasta 50 dólares por botella, a pesar del comparablemente bajo costo de 4
dólares por elaborar cada envase. Tal aumento significativo sobre el precio de
venta original de un producto que al final no funciona, junto con el plan de
mercadeo de nuevos vendedores, indicaban que estaban organizando una ilícita e
insostenible estafa de pirámide.





En las próximas semanas, La Procuraduría General repasará las quejas de
consumidores y demás información para determinar cómo mejor administrar los
recursos disponibles para la indemnización de los consumidores. Consumidores con
preguntas o quienes desean presentar una queja pueden llamar al 1-800-252-8011
(para los que llaman dentro de Texas) o al (512) 463-2100 (para los que residen
fuera de Texas). También hay formularios de quejas disponibles a través de la
página Internet de la Procuraduría General al www.oag.state.tx.us.