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29 de agosto de 2011

El Nuevo Herald

En la persecución de una familia de "adivinos" o "videntes", acusada de llevar a cabo un fraude de $40 millones, Charlie Stack, detective de la policía de Fort Lauderdale, siguió de cerca a los sospechosos por toda la ciudad e incluso buscó pruebas en su basura.

No es un trabajo elegante, podrían decir algunos. Pero para la novelista de éxitos de librería Jude Deveraux, quien perdió unos $20 millones en el supuesto timo, Stack es un salvador.

"Cuando me encontró – después de mucha búsqueda – yo estaba en una habitación de hotel, a pocos días del suicidio. Ningún héroe imaginario en ninguna de mis novelas románticas es tan grande como Charlie", escribió Deveraux en un correo electrónico al Sun Sentinel, su único comentario público hasta ahora en el caso.

Debido a que la investigación federal continúa, los fiscales le dijeron a la escritora que no discutiera el caso, pero ella hizo una excepción para enviar un breve correo electrónico sobre Stack.

"El es el verdadero héroe de todo esto", escribió Deveraux. "Charlie es carismático, inteligente y nos ha salvado a muchos".

En sus 27 años con el departamento de policía de Fort Lauderdale, Stack comenzó como un policía que hacía rondas, después trabajó en operaciones importantes contra la droga, en el equipo SWAT y en varios destacamentos federales especiales antes de pasar a los delitos económicos.

Un maestro del disfraz, el policía irlandés-estadounidense con nariz de boxeador ha capturado a delincuentes rusos y de alguna forma pudo infiltrarse en la década de 1990 en una pandilla guyanesa-jamaiquina de la cocaína crack – ostentando el pelo al estilo rastafari y maquillaje oscuro.

Los sospechosos en este caso lo bautizaron como un "demonio de ojos azules", pero Stack, actualmente de 55 años, "ha estado trabajando toda su vida para la verdad y la justicia", dijo Howard Finkelstein, defensor público de Broward.

Stack se retiró el 30 de junio como agente de la policía y comenzó a la mañana siguiente su nuevo trabajo como investigador para la Oficina del Defensor Público. Finkelstein dijo que eligió a Stark, en parte, debido a la compasión de éste con los desfavorecidos.

"Era obvio desde el momento en que abría su boca que había un punto cálido en su corazón para los pobres, que son nuestros clientes", dijo Finkelstein. "El es una persona tan cálida, agradable y simpática como puedas esperar, pero también es la más dura que me he encontrado en mi vida".

Stack es un experto en kick boxing y karate que ganó una medalla de bronce en los campeonatos de karate sin contacto de 1981. Estas habilidades lo han ayudado a anticipar y resolver sin violencia problemas en las calles, dijo Stack, aunque en una ocasión le disparó a un hombre – que sobrevivió – en 1986, después de que el sospechoso sacara una pistola. El dispararle a un ser humano, dijo Stack, fue una experiencia aleccionadora para un policía novato.

Hijo de un agente de la policía de Nueva York y una madre irlandesa, Stack dijo que intentaba seguir los pasos de su padre. Uno de ocho hermanos, Stack creció en Queens y Long Island, antes de ir a Wisconsin, donde obtuvo un título universitario en contabilidad y administración de empresas.

La difícil situación económica en esos momentos le hizo más complicado encontrar un trabajo en su campo, pero Stack convirtió su experiencia con su hermano Joey, quien tiene un Síndrome de Down, en un empleo en hogares de ancianos para personas con problemas mentales. Estudió educación especial, pero posteriormente decidió convertirse en policía.

Stack hizo la solicitud para el Departamento de Policía de Fort Lauderdale porque "todo el mundo venía aquí para las vacaciones de primavera en ese momento y yo lo hice, y realmente me gustó".

Después de ser contratado, Stack dijo que siguió el consejo de su padre para tratar con respeto a todo el mundo que se encontrara en sus rondas, sin importar cuánto dinero tuviera.

"Cuando arrestas a alguien, estás quitándole sus derechos civiles, así que mejor estar seguro de que hiciste el mejor trabajo posible", dijo Stack. "En dependencia como tratas a la gente – incluso si es un "mal tipo" – él va a volver a ti y ayudarte en el futuro si lo trataste de forma correcta".

La semana pasada en la corte federal de West Palm Beach, Stack testificó sobre las acusaciones de fraude contra algunos "adivinos" después que 10 miembros y asociados de la familia Marks – que según los fiscales está encabezada por Rose Marks – fueron acusados de conspiración y fraude. Los acusados, que residen en Fort Lauderdale y Manhattan, planean disputar los cargos, dijeron sus abogados.

Stack, quien estuvo cuatro años y medio en la investigación, citó de memoria direcciones en el condado Broward, Manhattan y Virginia durante su testimonio y parecía capaz de recordar detalles sobre los 10 acusados y las 17 supuestas víctimas con mayor facilidad de la que muchas personas pueden mostrar con su propia familia.

"Ella compra en Neiman Marcus", dijo Stack a uno de los abogados de la defensa sobre su cliente. "Recogí basura [en la casa de la familia] en la que había cajas vacías de Cartier".

Durante la investigación, que Stack trabajó en conjunto con el Servicio Secreto de EEUU y otros agentes de la policía, el equipo tiró miles de fotos de supervisión y tenía grabadas algunas de las llamadas telefónicas de las supuestas víctimas con los "videntes", de acuerdo con los registros de la corte.

Stack dijo que tenía una gran simpatía por las personas que él creía que eran victimizadas por los defraudadores durante épocas de crisis personal. Deveraux, por ejemplo, conoció a Rose Marks en Manhattan en 1991 y comenzó a darle su dinero para una curación espiritual que tenía que ver con la difícil relación de la autora y sus ocho abortos no provocados, de acuerdo con Stack. Cuando el niño de 8 años de Deveraux murió en un trágico accidente en el 2005, la familia y sus asociados la manipularon para ganancias financieras aún mayores, dijo Stack.

Cuando Stack y su equipo encontraron a Deveraux en un motel de Boca Raton a principios del 2008, dijeron que la autora multimillonaria estaba casi sin dinero y quería morir y estar con su hijo. Con la ayuda de Stack y otros investigadores, ella despidió a sus asesores financieros, se salió de la influencia de los "adivinos" y comenzó a recuperarse.

"Ella está totalmente bien ahora y está lista para testificar", dijo Stack. "Como las otras víctimas, todos ellos dicen que quieren tener su día en la corte".