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| Por el libro |
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15 de agosto de 2011
El Nuevo Dia
Los aguaceros caídos en horas de la mañana tal vez apaciguaron un poco la temperatura, mas no el desespero de algunos puertorriqueños por combatir el efecto de la ola de calor que ha afectado a la Isla esta semana. Por ejemplo, hasta el establecimiento José Garriga, en la avenida 65 de Infantería, llegó Leila Villamil a cambiar las desbalanceadas aspas de un abanico que instaló recientemente para combatir el sofocante calor de su cocina. "Es que cada vez está peor. En la casa tenemos los aires todos prendidos pero igual usamos abanicos porque no se puede usar el aire todo el tiempo", dijo Villamil, vecina de Río Piedras. Esta, en medio de una remodelación de su hogar, decidió cambiar las ventanas por unas más ventiladas y pintó la propiedad con colores más claros. Como parte de la ola de calor, el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) alertó a la ciudadanía en cuanto a los índices de calor, que en San Juan llegó a 99 grados el viernes, aunque el termómetro marcó 89. En Ponce y Mayagüez el índice alcanzó los 100 grados. José Garriga, dueño del establecimiento, explicó que como era de esperarse, a más calor, mayor clientela. Esta semana el jueves fue uno de los días de más clientela en su establecimiento. Muchos buscaban abanicos de mesa y de pedestal, aunque allí se vende todo tipo de abanico. Ayer una de las clientas era Sister María Luisa, quien trabaja en un colegio de la zona y quien explicó que en su oficina, el acondicionador de aire no da abasto, por lo que buscaba un aparato de mesa que le soplara un poco cuando se encuentra en medio de sus labores. "Es que el calor ha estado infernal", dijo en tono de broma la religiosa. "Creo que nunca había experimentado un calor así en nuestro país". Sister María Luisa comentó que buscaba un modelo de abanico que una compañera tenía sobre su escritorio, pero se marchó al comprobar que fue tan popular que se terminó. El SNM además informó ayer que las temperaturas registradas son típicas del final de las épocas de verano, y que a partir de septiembre, las temperaturas deben reducirse un poco y el ambiente también debe refrescar. No obstante, se aconseja al público a hidratarse debidamente, mientras que se debe proteger a menores de cuatro años, mayores de 65 años y obesos o en sobrepeso, quienes tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor.
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