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  Por el libro
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25 de julio de 2011

El Nuevo Herald

Los consumidores estadounidenses usan cada vez más sus tarjetas de crédito para pagar las necesidades básicas porque los aumentos de ingresos no logran mantenerse a la par de los crecientes precios de alimentos y combustibles.

El volumen de compras en dólares creció 10,7 por ciento en junio respecto del mismo mes del año pasado, mientras que la cantidad de transacciones aumentó 6,8 por ciento, según el informe SpendTrend que First Data Corp. dio a conocer este mes. Es probable que la diferencia represente el creciente costo de la gasolina, dijo Silvio Tavares, vicepresidente de First Data, la mayor firma procesadora de tarjetas de crédito.

"Los consumidores, sobre todo los de menores ingresos, se ven obligados a usar sus tarjetas de crédito para gastos cotidianos como gasolina y alimentos", dijo Tavares, que tiene sede en Atlanta. "Eso se debe a que no hay ningún otro agente catalítico, como un aumento salarial, que compense los mayores precios. Se trata de un problema de flujo de dinero".

Los crecientes costos de los alimentos y la gasolina hacen que los estadounidenses cuenten con menos dinero para gastar, lo que desacelera el ritmo de la recuperación, dijo Tavares. El gasto familiar constituye alrededor del 70 por ciento de la economía más grande del mundo.

Una vez descontados los impuestos, el ingreso ajustado por inflación tuvo una declinación de 0,1 por ciento de enero a mayo, según cifras del Departamento de Comercio. La caída se produce en momentos en que datos del Departamento de Trabajo indican que el precio de la energía aumentó 8,2 por ciento y el de los alimentos lo hizo un 2 por ciento en igual período.

Oscilaciones ‘dramáticas’

Las oscilaciones en la compra de combustible y alimentos han sido "dramáticas", dijo Tavares. El volumen de las compras de gasolina con tarjetas de crédito creció 39 por ciento el mes pasado respecto de igual período del año pasado, mientras que tuvo un incremento de 21 por ciento en junio de 2010, dijo. Las compras de alimentos aumentaron 5 por ciento luego de caer 7 por ciento el año pasado.

El valor de una transacción promedio con tarjeta de crédito superó el aumento en el caso de las tarjetas de débito, lo que demuestra que los consumidores dependen cada vez más del crédito para pagar gasolina y otras necesidades cotidianas, dijo Tavares.

El uso de tarjetas de crédito demuestra que algunos consumidores, incluidos quienes llevan un largo período sin empleo y han perdido los subsidios de desempleo, recurren a otras fuentes de flujo de dinero tan sólo para "subsistir", dijo David Rosenberg, economista jefe de Gluskin Sheff Associates Inc. en Toronto.

"La gente que no tiene otro recurso depende de las tarjetas de crédito para sus necesidades cotidianas, lo que coincide con lo que han dicho las firmas de venta minorista más baratas respecto de los ciclos salariales", dijo Rosenberg.

Los clientes de Family Dollar Stores Inc., por ejemplo, que tiene sede en Matthews, Carolina del Norte, viven "mes a mes", de modo que cuando aumentan los precios de la gasolina o los alimentos "no tienen las reservas que muchos otros podrían tener", dijo el presidente y máximo responsable de la firma, Howard Levine, en conferencia telefónica del 29 de junio.