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  Por el libro
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4 de julio de 2011

El Nuevo Herald

La legisladora republicana Ileana Ros-Lehtinen solicitó a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, que elimine los viajes de estadounidenses a Cuba con fines académicos y culturales argumentando que sirven de propaganda al régimen castrista.

El pedido fue transmitido el martes en una carta cuyo contenido se basó en las conclusiones del Informe sobre Tráfico Humano 2011. El documento, que fue dado a conocer el lunes en Washington, D.C., por el Departamento de Estado, evaluó a 184 países y consideró que Cuba no cumplía con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas.

"Ya que se ha reconocido el deplorable récord de Cuba en el tráfico humano, es condenable que la administración continúe haciendo una prioridad avanzar sus intercambios educacionales y culturales con los hermanos Castro", afirmó Ros-Lehtinen el jueves en un correo electrónico enviado a El Nuevo Herald.

Cuba fue clasificada en la Categoría 3, la peor. La calificación abarca a naciones cuyos gobiernos y autoridades "no cumplen del todo las convenciones mínimas’" para combatir el tráfico de personas "y no hacen esfuerzos significativos en ese sentido". La carta señaló que el informe "ilustra claramente el fracaso de la administración Obama, sobre todo del año pasado, para mejorar la vida del pueblo cubano". Añadió que "bajo el régimen cubano de represión, cualquiera que esté involucrado en los intercambios culturales y educativos son empleados directos de Raúl y Fidel Castro".

En enero, la Casa Blanca adelantó que se pondrían en marcha medidas para alentar los contactos "pueblo a pueblo". Los cambios suavizaron los viajes de los estadounidenses con fines académicos. También abrió las puertas para que instituciones acreditadas de educación superior auspicien viajes a Cuba a fin de facilitar la obtención de créditos académicos o jornadas educacionales.

Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, dijo que el pedido de Ros-Lehtinen es un reclamo que se ajusta a la realidad.

"Las nuevas medidas que ha implementado Obama no están ofreciendo nada desde el punto de vista de derechos humanos o de influencia sobre la situación interna cubana", comentó Suchlicki.

La oficina de prensa del Departamento de Estado no respondió a una solicitud de entrevista de El Nuevo Herald.

En Washington, D.C., John McAuliff, presidente del Fondo para la Reconciliación y el Desarrollo, una organización independiente que aboga por la normalización de intercambios y viajes a Cuba, cuestionó la propuesta de Ros-Lehtinen.

"Está buscando desesperadamente una manera de detener que los estadounidenses y los cubanos lleguen a sus propias conclusiones", puntualizó McAuliff.

En las últimas dos semanas el frente republicano en Washington ha puesto en marcha esfuerzos para hacer a un lado las regulaciones implementadas por la administración del presidente Barack Obama, especialmente aquellas que relajan el envío de remesas y las restricciones de viajes hacia la isla.

El jueves, el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes apoyó una enmienda del representante republicano Mario Díaz-Balart que fue incluida en el proyecto de Ley de Asignaciones de Servicios Financieros.

La enmienda propone exigir licencias para los viajes familiares a la isla, restringir la definición de familia y limitar los viajes a uno cada tres años por un período de 14 días. La enmienda también pretende reducir las remesas a los miembros de la familia inmediata a $300 por trimestre.

Las disposiciones de Obama relajaron el envío de remesas a instituciones religiosas y particulares que no son familiares a fin de apoyar actividades económicas privadas. Los montos no pueden exceder los $500 cada tres meses y requieren una licencia del Departamento del Tesoro.