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  Por el libro
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30 de junio de 2011

Primera Hora

Puerto Rico se encuentra, al día de hoy, a mitad de camino hacia una década económica perdida y podría tomarle, en un escenario optimista, hasta ocho años para recuperar los niveles de producción del año 2006, el último en que se registró crecimiento económico.

ésa es la conclusión de Nota Económica, una publicación de la empresa Estudios Técnicos, en su más reciente número.

"Durante los últimos cinco años (2006-2010), la economía se contrajo a una tasa anual promedio de 2.3 por ciento, con una baja anual acumulada de -11.3 por ciento", sostiene el escrito titulado Hacia una década perdida.

Destaca además que "para el año fiscal en curso, próximo a terminar, se espera otra contracción, aunque menor que la del año anterior, de entre -1.0 y -2.2 por ciento".

Estudios Técnicos estima que la economía tendría que experimentar un crecimiento anual de al menos 1.75 por ciento durante ocho años para retornar al nivel de actividad económica (el producto nacional bruto real, o PNB) del 2006, año en que se registró un incremento de apenas 0.5 por ciento. Esa proyección nos llevaría al año 2019.

"De ser así, habrán transcurrido 13 años, sólo para volver al mismo nivel de dicho año 2006", afirma.

"Para que se reduzca el periodo a cuatro años", abunda este análisis, "la economía tendría que crecer a una tasa anual real no menor de 3.5 por ciento, lo que no ha sucedido en los últimos once años".

En los cinco años anteriores al 2006, recuerda, "la economía registró un crecimiento anual promedio de 1.8 por ciento" .

Crisis en el mercado laboral

El análisis concentra su atención en el impacto que ha tenido esta prolongada recesión económica en el mercado laboral y lo que implica recuperar ese empleo perdido, a la vez que se provee para el crecimiento natural de la población en edad de trabajo.

"Una característica clave en todo periodo recesionario, además de que una economía, produciendo por debajo de su potencial por un periodo prolongado de tiempo está sacrificando su futuro, es la pérdida de empleos e ingresos", afirma el escrito.

Contrasta además el hecho de que, durante la pasada década, la economía de Puerto Rico pasó de ser una economía que generó 108,417 empleos netos durante el periodo entre los años del 2000 al 2005, a una economía que vio reducido el empleo en cerca de 162,000 durante el periodo entre el 2006 al 2010. "Es decir, se perdieron los ganados, más de 53,250 empleos. De un crecimiento anual promedio de 1.5 por ciento (entre el 2000 y el 2005), se da una reducción anual de -2.7 por ciento (entre el 2006 y el 2010)", afirma.

Perdidos202,200 empleos

"Si tomamos el año calendario 2006 como base prerrecesionaria, cuando el empleo total (Encuesta de Vivienda) subió a su nivel máximo de 1,263,000, hasta el presente (mayo 2011), la reducción en empleos es igualmente significativa, habiéndose perdido en términos netos 202,200 empleos", se indica.

Otra comparación, utilizando en este caso la encuesta de establecimientos (empleo asalariado no agrícola), ofrece un resultado similar.

La pérdida neta en empleos asalariados no agrícolas ascendió a 127,167 durante igual periodo, se señala.

Un 30 por ciento de dicha pérdida, destaca, provino del sector gobierno, que incluye, además del Gobierno central, a las corporaciones públicas y los municipios.

"Aunque el sector gobierno comenzó a perder empleos en el 2005, la disminución mayor fue en el 2010, cuando se redujo en aproximadamente 27,000 empleos, (lo que representa) el 64 por ciento de la pérdida total en dicho año, y 30 por ciento de la pérdida durante el periodo" .

La debilidad de la economía de Puerto Rico se refleja, además, en la relación de sus tasas de empleo y desempleo. "La tasa de empleo ha disminuido y la de desempleo ha aumentado", se recalca.

"La disminución en la tasa de empleo tiene unas implicaciones muy serias. No sólo representa la proporción de la población en edad de trabajo que está empleada, sino también es un indicador importante de la capacidad de una economía en crear empleos", sostiene.

Menos empleos, menos consumo

En el informe, también se analizan los cambios en el ingreso personal disponible (IPD) y el consumo: "las reducciones en empleo tienen el efecto, entre varios, de reducir el ingreso de las personas. La tendencia en el crecimiento anual del IPD fue a la baja, a la mitad del crecimiento anual promedio del periodo antes de la recesión".

Sobre el gasto de consumo personal, se señala que también se contrajo, de un crecimiento anual promedio de 2.7 por ciento a apenas un 0.4%.

"Volver a los niveles prerrecesionarios en el empleo, la producción, y el ingreso, va a tomar tiempo, tras lo cual habrá transcurrido más de una década", concluye.