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  Por el libro
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13 de abril de 2011

El Nuevo Dia

Confusión. Eso fue lo que le causó a los detallistas de gasolina una medida del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) dirigida a atender la controversia por las tarifas bancarias en las transacciones de compra.

Se trata del anuncio que hizo ayer el secretario Luis Rivera Marín y en el que informó que, de ahora en adelante, los comerciantes -incluyendo los gasolineros- podrán cobrar precios diferentes en las transacciones de compra, dependiendo de si los consumidores pagan en efectivo o con tarjetas.

El anuncio surge en momentos en que el litro de gasolina alcanza $1 y los analistas de la industria vaticinan que seguirá aumentando, según se acerquen los meses de verano.

De primera intención, los detallistas Héctor Gierbolini y Carlos Crespo, presidente y ex vicepresidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina (ADG), respectivamente, aplaudieron la medida y agradecieron al secretario por haber escuchado sus reclamos de tantos años al entender que podrían cobrar más a los consumidores que pagaran con tarjetas de crédito.

Pero la alegría les duró poco. Esto porque la orden administrativa del DACO lo que establece es que los comercios al detal podrán ofrecer descuentos a los clientes que paguen en efectivo. Hasta ahora, esa práctica estaba prohibida, dijo Rivera Marín, porque no se podía establecer diferencias en precio, de acuerdo a la forma de pago.

Crespo explicó que las entidades financieras se quedan con entre el 40% y 48% del margen de ganancias de los detallistas. Los cargos más altos son los de las tarjetas American Express, que oscilan entre 2% y 3% del total de las compras.

Según el titular del DACO, el cambio obedece a la entrada en vigor de la segunda fase de la ley federal Card Act. Esta ley, que está vigente desde el 2010, es la reforma más abarcadora que se ha realizado en los últimos 40 años a las tarjetas de crédito.

Qué permite la medida

Explicó Rivera Marín que los detallistas podrán dar descuentos a los consumidores que paguen en efectivo y, para ello, podrán habilitar bombas que solo despachen las ventas en efectivo.

"Ahora los consumidores que paguen en efectivo podrán disfrutar de un ahorro", dijo el secretario, quien no duda que empiecen a proliferen las bombas "cash only".

No obstante, Rivera Marín advirtió que los detallistas no podrán aumentar el precio de la gasolina o cobrarles un cargo a los que paguen con tarjetas. Señaló que tampoco podrán enviarlos a las bombas de servicio completo, ya que dicha práctica está prohibida.

"De lo que se trata es de pasar el ahorro íntegro al consumidor. Vamos a estar atentos de que los detallistas no inflen los precios", dijo el secretario. Agregó que será una medida voluntaria para los comerciantes, pero si la adoptan, tendrán que rotular el descuento en el tablero de precios.

Reaccionan los detallistas

Gierbolini, quien en un principio, se mostró a favor de la medida, cambió de parecer tras enterarse que no podrán marcar más caro el precio de la gasolina a los que paguen con tarjeta.

"Para mí esta medida es totalmente confusa. No lo entiendo", reaccionó el presidente de la ADG, quien comentó que le pedirá una reunión al secretario del DACO para que le explique la medida a la matrícula de la entidad.

Por su parte, Crespo dijo que esta medida está implantada en los Estados Unidos, pero puso en duda que allá ofrezcan un descuento en el precio.

"Debe ser un cargo sobre lo que está marcado. Aquí es imposible darle un descuento al precio (al que se está vendiendo la gasolina) regular", resaltó Crespo.

En su negocio, dijo el ex presidente de la ADG, el 60% de las transacciones se hacen con tarjetas de crédito y paga $2,900 mensuales por concepto de cargos bancarios por esas transacciones.

Por eso, desde hace muchos años, él y la ADG batallan para que los bancos le eliminaran o disminuyeran dichos cargos, o que se les permitiera cobrar más caro a los clientes que pagan con tarjeta. Ayer pensó que por fin lo habían escuchado, pero estaba equivocado.