Inicio  





 Lo Más Visto
- Grandes empresas anuncian despidos masivos y menos personas piden ayuda por desempleo
- Las ventas de iPhone están cayendo. Esta es la razón
- Piden a la Junta $27 millones para añadir más viajes hacia Vieques y Culebra
- ByteDance optaría por cerrar TikTok en EE.UU. en caso de agotarse las opciones legales
- Ciberataque causa retrasos en muelles de carga




  Por el libro
Bookmark & Share

31 de marzo de 2011

El Nuevo Dia

Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Northwestern en Chicago y la Universidad de Baylor de Texas reveló que las personas que participan regularmente de servicios religiosos son más propensos a padecer de sobrepeso y obesidad en la adultez.

El autor del estudio, el estudiante de medicina Matthew J. Feinstein, indicó que estos resultados levantan varias interrogantes dado que investigaciones previas han revelado que las personas religiosas regularmente tienen una mejor salud física.

Para la investigación, los expertos analizaron los resultados de un estudio realizado en los años 80 que recopiló las prácticas religiosas de 2,433 personas entre los 20 y 32 años.

De acuerdo con los datos difundidos por la publicación HealthDay News, el 32 por ciento de las personas que asistieron fervorosamente a algún servicio religioso llegaron a ser obesos una vez llegaron a los 50 años.

Mientras tanto, sólo el 22 por ciento de los que menos asistieron a las actividades religiosas subieron de peso. Para Jeff Levine, director del Programa sobre religión y salud poblacional de la Universidad de Baylor, la razón detrás de estos hallazgos podría tener su raíz en que las personas pasan mucho tiempo sentados durante los servicios religiosos, sin realizar actividad física.

"'Muchas de las tradiciones culinarias que rodean a la religión no son particularmente sanas. Por ejemplo, los festines constantes de postres tras los servicios o los días de fiesta, el pollo frito, la comida kósher tradicional cocida con grasa de pollo, y cosas así", añadió Levine.

A pesar de estos hallazgos, los investigadores dejaron claro que el estudio no prueba que haya una relación directa entre la religión y el peso.