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30 de marzo de 2011
El Nuevo Herald
En la actualidad diversos productos en el hogar usan las pequeñas baterías celulares del tamaño de una moneda. Desde la tarjeta musical de bienvenida puesta sobre la mesa, hasta el control remoto cercano al televisor, las pilas de botón, como se las conoce comúnmente, se encuentran en miles de productos que se usan diariamente. En años recientes, niños pequeños y adultos ancianos se han tragado accidentalmente las baterías celulares a veces con graves consecuencias. Un estudio reciente, realizado por el Centro Nacional de Venenos descubrió que los incidentes con baterías celulares que resultaron en lesiones severas, han aumentado hasta septuplicarse desde 1985. En la mayoría de los casos, los niños tienen acceso a las baterías por artículos que generalmente son dejados a su alcance. Algunos ancianos se han tragado baterías de dispositivos para oír después de confundirlas con píldoras. En algunos casos puede ser difícil para los médicos diagnosticar los casos de niños que se han tragado baterías, porque los síntomas son semejantes a los de dolencias comunes. A veces no hay ningún síntoma. La Comisión Federal de Seguridad en los Productos para los Consumidores (CPSC) se ha puesto en contacto con la industria de artículos electrónicos y con los fabricantes de baterías, instándolos para que creen advertencias y estándares industriales para resolver este problema. La CPSC recomienda los pasos siguientes para impedir la ingestión involuntaria de baterías: • Deshágase de las baterías usadas con mucho cuidado. • No deje que los niños jueguen con pilas de botón. • Advierta a los usuarios de dispositivos para oír con el fin de que mantengan estos dispositivos y sus correspondientes baterías fuera del alcance de los niños. • Nunca se lleve a la boca baterías de botón, por ninguna razón. • Verifique siempre las medicinas antes de ingerirlas. • Mantenga los controles remotos y otros dispositivos electrónicos fuera del alcance de los niños. Si una pila de botón es ingerida, llame a la Línea de Emergencia Nacional para la Ingestión de Baterías al 202-625-3333 (llamada de cobro revertido si es necesaria), o llame al centro de venenos: 800-222-1222.
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