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  Por el libro
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25 de marzo de 2011

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TOKIO (Reuters) - La producción perdida en las dos semanas desde que un terremoto y un tsunami golpearon el noreste de Japón supera el tercio de millón de vehículos, y podrían pasar meses, y no semanas, antes de que las automotrices del país puedan volver a ponerse en marcha.

Los autos tienen hasta 30.000 partes, un 70 a un 80 de las cuales son provistas por cientos de fabricantes de partes. Un solo tornillo perdido puede paralizar las líneas de ensamblaje y desatar una reacción en cadena en el proceso de manufacturas.

Con cerca de 500 fabricantes de partes afectados por el terremoto y el tsunami, la industria automotriz japonesa es especialmente vulnerable a un quiebre en la cadena de suministros.

"Estamos en una etapa en la que sólo podemos esperar una mejora gradual", dijo el analista de autos Kurt Sanger, de Deutsche Securities.

Antes del desastre, la industria automotriz japonesa, de 700.000 millones de dólares, estaba recién recuperándose tras una brutal crisis financiera que desplomó a las ventas de autos en el mundo.

Los fabricantes recortaban costos y aumentaban la producción en el exterior para paliar un yen más fuerte.

El terremoto del 11 de marzo daño a una fábrica de Renesas Electronics Corp, uno de los principales proveedores de unidades de microcontrol para automóviles.

Cerca de un quinto de la producción global automotriz depende de los productos de su planta Naka, en la prefectura de Ibaraki, según estimaciones de Deutsche Securities.

En el peor de los escenarios, la producción global automotriz podría derrumbarse en un 30 por ciento en seis semanas por la escasez de partes provocada por el terremoto, adviertió la firma de investigación IHS Automotive.

Los fabricantes automotrices en Japón aún están construyendo vehículos en el exterior con los inventarios de los que disponen, pero estos pronto se terminarán.