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18 de marzo de 2011
Las Provincias.es
Un rendimiento mensual de hasta el 20 por ciento para cualquier inversión. Esta es la promesa que un financiero valenciano hizo a cerca de 20.000 incautos. Germán Cardona Soler, de 49 años de edad, fue detenido el martes en su domicilio de la avenida del Puerto en Valencia tras ser acusado de una estafa millonaria que afecta a modestos inversionistas de 10 países. El fraude podría ascender a 1.600 millones de dólares, según publicó el periódico La República de Colombia, el país con mayor número de personas engañadas por el presunto estafador ahora arrestado. Germán Cardona se enfrenta a procesos civiles y penales en España, Estados Unidos y Colombia. Unas querellas están dirigidas directamente contra él, mientras que otras ejercen las acciones judiciales contra sus dos principales empresas. Según las investigaciones policiales, el financiero valenciano engañó a militares, funcionarios, empresarios y otros pequeños inversores que le transfirieron importantes cantidades de dinero. Durante algún tiempo ofreció y pagó rendimientos mensuales de hasta el 20 por ciento, pero los bancos comenzaron a obstaculizar el envío de giros por considerar que se trataban de operaciones fraudulentas. No obstante, Cardona y sus compinches sostenían que se trataban de arbitrariedades de banqueros envidiosos del éxito alcanzado con su sistema financiero. Para que todos los inversionistas pudieran acceder a sus beneficios, abrió cientos de cuentas bancarias en paraísos fiscales y en decenas de bancos de Estados Unidos. El primer día de cada mes, las víctimas encontraban en cuentas virtuales los intereses que les correspondían como resultado de las operaciones que las compañías de Cardona aseguraban haber realizado. La fiebre inversionistas creció con el apoyo de una red piramidal construida con suma rapidez. La estrategia no era otra que ofertar ganancias por cada nueva persona que incorporaban al sistema. La cantidad de dinero mínima que recibían era de 100 dólares. El negocio parecía rentable hasta que las autoridades de Estados Unidos y Colombia detectaron la trama fraudulenta en 2009. Las actividades financieras eran ilegales y de altísimo riesgo. Por ello, los investigadores detectaron y congelaron numerosas cuentas en pequeños bancos de Florida, California y Colorado. La pirámide de Cardona comenzaba a desmoronarse. Los entusiastas inversores se convirtieron en víctimas de una estafa millonaria. Los beneficios mensuales y las comisiones se habían acabado. Además, los afectados ya no podían recuperar sus dólares o pesos colombianos. Muchos de ellos obtuvieron el dinero con hipotecas sobre bienes que también perdieron. Tras descubrirse la red fraudulenta, el financiero valenciano empezó a recibir amenazas de muerte. Germán Cardona, sin estudios universitarios ni más experiencia empresarial que la de haber vendido cepillos y jabones por las calles de Valencia, es el presunto cerebro de la trama. El pasado martes, una decena de policías acudió a su vivienda de la avenida del Puerto en Valencia. Los agentes detuvieron al estafador y registraron dos pisos que tiene en el mismo edificio. Inspeccionaron todas las habitaciones con varios perros adiestrados para detectar billetes de curso legal. Después de leerle sus derechos e informarle del motivo del arresto, Cardona fue trasladado a Madrid para ponerlo a disposición de un juzgado de la Audiencia Nacional. El detenido se ha declarado en la indigencia, pero la policía sospecha que escondió varios millones de euros en cuentas bancarias con la ayuda de testaferros.
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