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14 de febrero de 2011

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Washington, 11 feb (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos reveló hoy un plan para eliminar gradualmente los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, como parte de una extensa reforma del mercado hipotecario del país, valorado en 10,6 billones de dólares.

En un informe entregado al Congreso, el Departamento del Tesoro traza el camino para la desaparición de las entidades, creadas durante la Gran Depresión del siglo pasado e intervenidas en 2008 tras el colapso financiero causado por las hipotecas de alto riesgo.

El Tesoro, que desde entonces ha inyectado en ellas cerca de 148.000 millones de dólares, recomienda usar "una combinación de políticas" que permitan cerrar el ciclo vital de esas compañías al tiempo que minimizan el impacto del Gobierno en la financiación de las viviendas, según informó en un comunicado.

"Este es un plan para la reforma fundamental (del mercado hipotecario): eliminar paulatinamente las empresas patrocinadas por el Gobierno, reforzar la protección a los consumidores y preservar el acceso a la vivienda asequible para aquellos que lo necesitan", dijo el secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

Geithner aseguró que ese proceso comenzará "ahora", pero deberá hacerse "de forma responsable y cuidadosa" para que suponga "un apoyo para la recuperación económica y la reparación del mercado de vivienda", por lo que podría alargarse entre cinco y siete años.

Para iniciar el proceso, el Gobierno propone la aprobación de aumentos graduales en los depósitos mínimos de entrada, para que cualquier hipoteca que garanticen Fannie Mae y Freddie Mac en un futuro próximo requiera, al menos, un 10 por ciento de entrada.

También aconseja subir paulatinamente las tasas que esas entidades cobran a los prestamistas, para eliminar las "ventajas injustas" otorgadas a esas compañías y "abrir espacio al capital privado", con el fin de aumentar la competitividad de las hipotecarias no respaldadas por el Gobierno.

Otra de las recomendaciones es la reducción de los límites máximos de los préstamos que pueden garantizar Freddie Mac y Fannie Mae.

Para ello, el Tesoro pide al Congreso que no renueve una ley que expira el 1 de octubre y que permite a ambas firmas respaldar hipotecas de hasta 730.000 dólares en algunas áreas de alto valor inmobiliario, lo que bajaría el listón hasta los 625.500 dólares.

Ese límite debería seguir reduciéndose en los años siguientes, según la agencia federal, que sin embargo no especifica hasta qué punto.

La propuesta contempla también la posibilidad de exigir a los bancos que retengan más capital para que sean capaces de "soportar futuros reveses en el mercado de la vivienda", y de establecer reglas "más conservadoras" para la suscripción a los créditos.

Además, insta a "devolver a su papel original" a la Administración Federal de Vivienda (FHA, por sus siglos en inglés), una agencia creada en los años 30 que durante esta recesión se ha convertido en una herramienta para garantizar la continuidad de las hipotecas de bajo coste.

La función de la FHA en el escenario posterior a la crisis de crédito consiste en asegurar a los prestamistas contra el impago, una garantía por la que recibe primas cuyo coste recomienda aumentar ahora el Gobierno.

Tanto Fannie Mae como Freddie Mac, que respaldan en torno a 30 millones de préstamos hipotecarios con un valor superior a los 5,5 billones de dólares, han superado ya el peor momento de sus pérdidas, según el Tesoro, que se compromete a seguir suministrándoles capital durante la transición.

Pese al déficit que han generado, las entidades han jugado también un papel importante en la recomposición del mercado: el año pasado, nueve de cada diez préstamos hipotecarios procedieron de sus arcas.