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31 de enero de 2011

El Nuevo Dia

Seleccionar un centro de cuido para niños no es algo que deba hacerse a la ligera, es preciso estar bien informado antes de evaluar las alternativas para prestar atención a ciertos detalles importantes que de otra forma podrían pasarse por alto.

Antes que todo debe llenar las necesidades particulares del menor (como dietas especiales, deficiencias en el desarrollo, tratamientos o uso de medicamentos), y coincidir con los gustos o las creencias de la familia. La localización y accesibilidad también son importantes, pero eso no es todo.

Si bien es cierto que la primera impresión es importante, mucho más lo es indagar sobre varios aspectos esenciales. A juicio de la especialista en educación temprana Hidelisa Ríos algunos de éstos son: proporción entre niños y cuidadores, preparación en educación temprana de dichos adultos, que estén certificados en primeros auxilios para infantes, maternales y/o preescolares, el ambiente y el programa de actividades diarias.

1. Proporción

La proporción que Ríos recomienda para infantes (de 0 a 18 meses) es de tres niños por adulto, aunque reconoce que el Departamento de la Familia amplía esa proporción a un adulto por cada cuatro niños en el caso de los Early Head Start, y cuando el cuidado es en el hogar puede haber hasta seis menores por adulto.

Cuando llegan a etapa de maternales o trotones (1½ a 3 años) la cifra de niños aumenta a entre cuatro y cinco por adulto en un escenario ideal. Pasados los 3 años y hasta los 5 que es la etapa preescolar, la proporción recomendada por la especialista es de hasta 7 niños por adulto. "A menos proporción, la garantía de que mis niños reciban un servicio de calidad es más alta", recalcó.

2. Preparación y certificados

Es preciso ver los documentos que certifican al personal de la institución en términos educativos y en aspectos de seguridad.

"Debe ser personal que esté preparado con un CDA (credencial de Asociado en Desarrollo Infantil), credenciales que se ofrecen en Estados Unidos y Puerto Rico para especialistas en desarrollo", comenzó por señalar Ríos. Añadió que también pueden tener, un grado asociado en desarrollo del niño, y hasta bachillerato en preescolar, que incluya cursos de infantes y maternales. Deben saber de currículo, apuntó.

Mientras, el certificado de primeros auxilios debe coincidir con la etapa del desarrollo que se esté atendiendo (infante, maternal o preescolar).

3. Ambiente para infantes

"Hay distintos tipos de ambiente", asegura la educadora, pero aclara que ninguno debe estar abarrotado de cosas que confundan al niño, deben ser juguetes y materiales con sentido.

"En un salón para infantes y maternales tiene que fijarse en que hayan diferentes texturas en el piso, que si hay losetas haya espacios donde haya alfombra, que es mullida y le ofrece otro tipo de información a ese niño a través del tacto cuando está gateando", recomienda. Así mismo con otro tipo de materiales, juguetes y equipos de juego en el patio, deben ser seguros, apropiados para la edad y estimulantes.

Otro elemento revelador es si se observan niños despiertos en las cunas. "Eso es una práctica inadecuada porque estás limitando el campo de acción e impidiendo que ese niño se desarrolle al máximo", alerta Ríos.

4. Ambiente para más grandecitos

En los niveles maternales y preescolares las áreas deben estar organizadas y claramente definidas por intereses -por ejemplo: hogar, arte, ciencia, lectura, bloques- para que el niño escoja.

"Las canciones son fundamentales. Si escuchas niños cantando hasta en el patio, estás viendo que utilizan esos espacios de formas diferentes y están sacándole el máximo", afirmó Ríos.

5. Programa de actividades diarias

Ríos alerta sobre la importancia de que el programa de actividades diarias está colocado en un lugar visible, y que incluya períodos de alimentación y aseo, así como de juego, paseo y descanso.

Las actividades deben ser apropiadas para desarrollar al máximo el potencial de desarrollo del niño de acuerdo a su edad y crecimiento, y no se les debe confinar a áreas interiores, deben ser llevados al exterior para que reciban el estímulo de elementos de la Naturaleza.

6. Prácticas inapropiadas

Algunas cosas que no deben hacerse son:

Mantenerlos en corrales o cunas mientras están despiertos.

Tenerlos sentados en sillas de comer cuando no están siendo alimentados.

Ajorarlos.

Abarrotar el ambiente de cosas porque se confunden.

No sacarlos al patio.

Coartar o no fomentar la exploración.

Darles ejercicios de papel y lápiz de forma altamente académica antes de los 5 años. éstas deben ser libres y con materiales seguros y variados que le permitan descubrir que puede hacer cambios y trazos diferentes con cada uno.

7. Licencias

Entre las agencias que deben otorgar licencias para la operación de un centro de cuido para niños figuran: la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE), la Secretaría Auxiliar de Salud del Departamento de Salud y el Cuerpo de Bomberos de Puerto Rico.