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28 de enero de 2011

El Nuevo Dia

El 1 de marzo entra en vigor el nuevo Código de Construcción de Puerto Rico que contempla mayores restricciones en busca de que las edificaciones sean más seguras, amigables con el ambiente y menos vulnerables a fenómenos atmosféricos.

¿Cuál será el impacto de estas nuevas exigencias en el bolsillo del boricua? Ninguno, a juicio del presidente de la Asociación de Contratistas Generales, José Nolla Vilá.

"Hay una sobresaturación de vivienda ya construida o en proceso de construcción. En la medida que eso se vaya vendiendo, va a permitir al mercado de los desarrolladores ajustarse. El que vaya a financiar un proyecto tiene que hacerlo viable", sentenció Nolla Vilá en una rueda de prensa en la que se anunció el nuevo Código de Construcción.

Ayuda para el ambiente

La nueva reglamentación incluye un Código completo de Conservación de Energía cónsono con la American Recovery and Reinvestment Act. Como parte de esta reglamentación, se exigirá que todo nuevo hogar cuente con un calentador solar, un tratamiento de techo para aislar el calor y ventanas que transfieran menos calor, explicó Andrés Mesa, ingeniero de la Administración de Asuntos Energéticos.

Estas medidas tendrán el efecto de reducir en hasta un 30% el consumo energético en un hogar, aseguró.

"Va a haber un aumento de construcción para el contratista, pero no se va a reflejar (al bolsillo del consumidor). Estamos trabajando para ver si el Gobierno puede dar incentivos", dijo Mesa.

El funcionario aclaró que este nuevo Código de Conservación de Energía no aplica de manera inmediata para los constructores de hogar sino que tienen un plazo de cinco años para cumplir con el mismo.

"Su efectividad (del código) va a ser escalonada. Comenzando en el 2013 ciertas edificaciones tienen que tener estos Códigos de Energía continuando hasta el 2016 que es cuando comienza la parte residencial. El diseñador tiene la decisión de incluirlos desde ya o regirse por el código", dijo Mesa.

Es por eso que Nolla Vilá opinó que el tiempo "le va a permitir a la industria que planifique sus proyectos con este nuevo Código sabiendo cuál es el mercado económico que va a haber en esos momentos".

Por su parte, Edwin Irrizary, director de la Oficina de Gerencia y Permisos (OGPe) -nueva agencia creada para poner en vigor el Código y que sustituye a la desaparecida Administración de Reglamentos y Permisos- enfatizó que esta reglamentación llevaba más de una década sin revisarse, y ahora se actualizan las normas de diseño y construcción para la Isla y se atienden las particularidades geográficas, topográficas, climáticas y sociales del país.

Huracanes y terremotos

Irizarry explicó que el nuevo Código requiere que se diseñen estructuras con resistencia a ráfagas de viento de 150 millas por hora, cuando al presente el máximo es de 120 millas.

"En cuanto a los asuntos sismológicos, se establecen criterios específicos en cuanto a cada municipio", precisó Irizarry al indicar que los nuevos parámetros harán las estructuras más seguras.

El presidente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, Miguel A. Torres Díaz, explicó ahora un solo municipio podrá tener varios requisitos de construcción (más segmentados) a tono con las fallas sismológicas que posee la Isla y el tipo de suelo del lugar donde se va a hacer la construcción.

"Ahora puede requerirse mayor refuerzo -que no estamos hablando necesariamente de costos más altos- es mayor cantidad de varillas de acero, columnas más anchas... mayores provisiones", explicó Torres Díaz.

Añadió que también el Código establece que habrán inspecciones especiales a edificaciones por parte de un especialista en construcción estructural para velar que se cumplan con las provisiones sísmicas.

El Código será un documento vivo ya que se estableció que será modificado cada tres años, indicó Irizarry.

Además, se adoptaron normas de diseño del International Code Council, por lo que según el director auxiliar de la OGPe, Héctor Rodríguez ,"esto va a traer inversión para Puerto Rico al ser adoptado y armonizado con las normas de Estados Unidos. Eso abona a la confiabilidad del inversionista".

Con la intención de simplificar y unificar, el nuevo Código también incorpora normativas vigentes y otras que no existían de requisitos para la construcción. Se unificaron los temas de edificación, plomería, incendios, mecánica, gas, aguas usadas, conservación de energía, residencial y remodelaciones. Sobre estos últimos tres tópicos no existía normativa o reglamento alguno, precisó el presidente del Colegio de Arquitectos, Rafael Castro Montes de Oca.

Irizarry aclaró que el Código aplica a edificaciones nuevas y a aquellas existentes que sean sometidas a remodelación. Sin embargo, dijo que no aplica a edificaciones para las cuales ya se haya comenzado el proceso de permisología.

Tanto Irizarry como Rodríguez advirtieron que los profesionales que certifiquen proyectos de construcción que no se rijan por el nuevo código se exponen a penalidades económicas, cargos éticos e incluso a perder sus respectivas licencias.

Ambos reconocieron que la construcción informal es bastante común en la Isla e indicaron que el Código pretende corregir ese problema.

"Vamos a garantizar que un profesional haya certificado que cumple con el Código de Construcción entonces entramos en la evaluación de los permisos", dijo Rodríguez.

"Muchas de estas construcciones informales son a causa de la burocracia de los permisos. Eso es lo que se persigue: agilizar los permisos para que esas personas vengan y cumplan con el código mediante un sistema integrado de permisos", afirmó Rodríguez.