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11 de octubre de 2010

El Nuevo Herald

Como si los votantes no estuvieran lo suficientemente molestos en este año de elecciones, se espera que el gobierno anuncie esta semana que los más de 58 millones de beneficiarios del Seguro Social tampoco recibirán en el 2011 un aumento en sus pagos mensuales.

Sería el segundo año sin los aumentos automáticos por la inflación, aprobados en 1975. El primer año fue el 2010.

"Si usted está en el partido en el gobierno, no le gustaría que que esto sucediera dos semanas antes de las elecciones', dijo Andrew Biggs, ex vicecomisionado de la Administración del Seguro Social y ahora investigador del American Enterprise.

"No es culpa de los legisladores demócratas, sino de la forma en que funciona la política', dijo Biggs. "Mucha gente recibirá esto con hostilidad'.

Los ajustes por el costo de la vida (COLA), se fijan automáticamente todos los años sobre la base de una fórmula que toma en cuenta la inflación, aprobada por el Congreso en los años 70. Según la inflación de este año, los fideicomisarios que supervisan el Seguro Social consideran que este año no habrá aumento.

La proyección se oficializará el viernes, cuando la Oficina de Estadísticas Laborales informe sus cálculos de la inflación correspondientes a septiembre. El momento no podría ser peor para los demócratas, que enfrentan las elecciones de medio término en las que corren peligro de perder la mayoría en la Cámara y posiblemente en el Senado también.

El viernes pasado la misma Oficina propinó otro doloroso golpe a los demócratas: el país perdió 95,000 empleos en septiembre y el desempleo se mantuvo testarudamente en 9.6 por ciento.

Los demócratas han trabajado duro para hacer del Seguro Social un tema de campaña en este año de elecciones, transmitiendo anuncios políticos y celebrando conferencias de prensa para acusar a los republicanos de planear la privatización del programa nacional de retiro.

El anuncio de esta semana provoca preocupaciones más inmediatas para las personas de mayor edad, cuyos ahorros y el valor de sus viviendas no se han recuperado del caos financiero. Muchos de ellos no han tenido aumentos en sus beneficios desde el 2009 y probablemente no los reciban hasta por lo menos enero del 2012.

"La gente siente que cada vez está peor, particularmente en esta situación económica', dijo David Certner, director de Política Legislativa de la asociación de retirados AARP. "La gente depende mucho del Seguro Social para sus ingresos y, con franqueza, ha contado con los aumentos anuales desde hace mucho tiempo'.

El Seguro Social fue la primera fuente de ingresos para 64 por ciento de los retirados que recibieron beneficios en el 2008, según la Administración del Seguro Social. Para una tercera parte, esos pagos fueron por lo menos 90 por ciento de sus ingresos.

Un poco más de 58.7 millones de personas reciben pagos del Seguro Social o del programa de Ingresos Adicionales. El beneficio promedio del Seguro Social es aproximadamente de $1,072 al mes.

Los beneficiarios recibieron un pago único adicional de $250 en la primavera del 2009 como parte del enorme paquete de estímulo económico del gobierno. El presidente Barack Obama cabildeó por otro pago el otoño pasado cuando quedó en claro que las personas mayores no recibirían otro aumento mensual de beneficios en el 2010.

El Congreso estudió el asunto, pero una propuesta del senador Bernie Sanders fracasó cuando 12 demócratas y el senador Joe Lieberman, independiente por Connecticut, se unieron a los republicanos para obstaculizar la propuesta. La senadora Olympia Snowe, de Maine, fue la única republicana en apoyar el segundo pago adicional.

Sanders, independiente por Vermont, dijo que espera que los electores de más edad se molesten cuando se enteren de que no habrá aumento por segundo año consecutivo.

"Creo que esto tendrá consecuencias políticas', dijo Sanders. ‘A muchas personas mayores que gastan dinero en servicios médicos y medicamentos por receta les va a costar trabajo creer que la inflación no afecta sus necesidades de compra'.

La ley federal exige que el Seguro Social base los aumentos anuales de pagos en el Indice de Precios al Consumidor, que mide la inflación. Las autoridades comparan la inflación en el tercer trimestre de cada año --julio, agosto y septiembre-- con los mismos meses del año anterior.

Si la inflación aumenta, los beneficiarios del Seguro Social reciben un aumento automáticamente, a partir del primero de enero. Si la inflación baja, los pagos no cambian.

Los pagos del Seguro Social aumentaron 5.8 por ciento en el 2009, la mayor alza en 27 años, después de que el precio de la energía se disparó en el 2008.

Pero esos precios bajaron rápidamente. Por ejemplo, el precio promedio de la gasolina llegó a $4 el galón en el verano del 2008. Pero para enero del 2009 había bajado a menos de $2. En este momento el promedio nacional es $2.70 el galón.

Mark Lassiter, portavoz del Seguro Social, dijo que la entidad no tiene espacio de maniobra para aumentar los pagos si la inflación no lo justifica.

El representante Earl Pomeroy, demócrata por Dakota del Norte y presidente de la subcomisión del Seguro Social de la Comisión de Medios y Arbitrios, presentó un proyecto de ley para pagar a los retirados $250 adicionales si no hay un aumento en los pagos regulares. Quizás, dijo, el Congreso se muestre más dispuesto a aprobar la medida después d eque los legisladores escuchen la opinión de los electores en noviembre.

"El costo de la vida aumenta inevitablemente, sin importar lo que indique la fórmula', dijo Pomeroy. "Los retirados en particular tienen que cubrir cosas como medicamentos, servicios médicos, aumentos en los servicios básicos, y dependen de un ingreso fijo'.