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  Por el libro
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9 de diciembre de 2009

El Nuevo Herald

Demasiado grandes para fracasar no es ya el dicho de moda. Para los reguladores federales, muchas firmas de Wall Street son demasiado grandes para que se les pueda castigar.

En los últimos tres años, algunas de las más grandes firmas financieras del país han sido acusadas por el gobierno de engañar o despistar a sus clientes y de estafar inversiones a decenas de miles de consumidores.

A pesar de estas conclusiones, estos gigantes financieros recibieron, en algunos casos una y otra vez, exenciones especiales de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que los ha salvado de una sentencia de muerte regulatoria que podría haber diezmado sus lucrativos negocios de fondos mutuos.

Entre las firmas que han recibido esta carta blanca de la SEC desde enero del 2007 están algunas de las mayores de Wall Street, incluyendo a Bank of America, Citigroup y American International Group.

Las reglas de la SEC permiten a las corporaciones que violan la ley solicitar lo que se conoce como dispensas de Sección 9(c) para evitar una de las penalidades más serias de la agencia --el cierre efectivo de la operación de los fondos mutuos de la empresa violadora--, pero los reguladores nunca rechazaron ninguna de las solicitudes de estas firmas. Aunque fueron castigadas con otras medidas, se les evitó lo que para algunos sería una ``opresión severa e irreparable'.

De hecho, la última vez que el personal de la SEC recordó que se hubiera rechazado una dispensa fue en 1978. No obstante, la SEC se negó a comentar sus decisiones en detalle.

A pesar de la escala masiva de los fraudes financieros de la última década, la SEC está saliendo de un período de aplicación laxa de la ley. La Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO), la rama investigativa del Congreso, reportó este año que los inspectores de la SEC habían estado abrumados de trabajo y saboteados por la resistencia de los líderes de la SEC a imponer castigos severos.

Las dispensas son generalmente parte de los acuerdos que la comisión negocia con compañías que haya sorprendido violando las leyes federales. Expertos financieros consideran que las compañías no solicitarían las dispensas si no creyeran que se les fueran a conceder. Al mismo tiempo, el hecho de que la SEC podría negar alguna es un arma importante en su arsenal, según los expertos.

Las infracciones que condujeron a la solicitud de las dispensas arrasaron con los bolsillos y las cuentas de ahorros de los estadounidenses. En algunos casos se trataba de dinero que miles de ciudadanos habían invertido en base al consejo de los asesores financieros en quienes habían depositado su confianza para pagar gastos de matrícula, hacer pagos iniciales de viviendas o enfrentar sus gastos mensuales de rutina.

Los dueños de negocios pequeños encontraron que sus banqueros les habían congelado fondos con los que contaban para pagar a sus empleados, e incluso compañías de mayor envergadura tales como KV Pharmaceutical no fueron inmunes. La empresa farmacéutica de St. Louis se vio obligada a eliminar este año 700 puestos de trabajo, en parte debido a que algunas de sus inversiones perdieron su valor.