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  Por el libro
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26 de octubre de 2009

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INCLINE VILLAGE, Nevada, EE.UU. (AP) - Para Christopher Paulsen, alquilar una habitación de su casa fue una forma de aliviar su soledad y también de hacer frente a la crisis económica. "La casa estaba muy sola y no ve venían mal unos dólares extras", declaró Paulsen, de 48 años, quien vivía solo desde que su hijo menor se fue de la casa el año pasado.

Paulsen puso un aviso en Craiglist y recibió muchas respuestas. Eligió un voluntario de un programa del gobierno llamado AmeriCorps, a quien alquiló una de las dos habitaciones de su casa por un año en este pequeño pueblo del lago Tahoe.

"No es que quiera cuidar chicos de nuevo, pero tendré a alguien a mi alrededor y me ayudará a pagar las cuentas", expresó Paulsen.

Igual que él, mucha gente está alquilando habitaciones para aliviar las penurias económicas.

"Muchas personas necesitan compartir sus viviendas si quieren conservarlas", declaró Eva Rosenberg, fundadora del servicio digital de asesoría financiera en materia impositiva TaxMama.com y autora del libro "Small Business Taxes Made Easy".

Alquilar habitaciones no es sencillo. Hay que encontrar alguien con quien se pueda llevar bien y sea confiable en los pagos. También debe informarse de asuntos impositivos, según los expertos.

Los especialistas recomiendan que se firme un contrato de arrendamiento y que se averigüen los antecedentes financieros del inquilino, así como su situación laboral. También conviene establecer contacto con el antiguo casero.

"Mucha gente que alquila habitaciones es un tanto inocente, confía demasiado en la gente. Deben seguir una serie de procedimientos", expresó Leigh Robinson, autor de "Landlording", un libro con recomendaciones para personas que alquilan sus propiedades.

"Uno debe conseguir la mayor información posible" de un potencial inquilino, manifestó.

Robinson recomienda conocer personalmente al interesado e incluso ver cómo vive. "Su estilo de vida actual es el mismo estilo de vida que tendrá en su nueva vivienda", afirmó.

El paso siguiente es elaborar un contrato de alquiler y una serie de normas de convivencia lo más explícitas posibles, que debe firmar el inquilino. Esas normas deben determinar si se permiten animales o no, si se permite fumar, usar la cocina, cómo se manejará la limpieza y otras consideraciones.

La gente que pone una habitación en alquiler debe informarse de las leyes que regulan esa actividad, destacó Stephen Fainsbert, abogado de Los Angeles especializado en bienes raíces.

Acotó que con frecuencia es difícil anular un contrato de alquiler y desalojar a un inquilino.

"Cuesta mucho desalojarlos y uno puede verse en la desagradable obligación de demandar a alguien con quien está viviendo", dijo Fainsbert.

Cuando uno alquila una habitación debe respetar las leyes que combaten la discriminación en las viviendas. No se puede rechazar a un inquilino por su raza, el color de su piel, su nacionalidad, su religión, su sexo, su situación familiar o algún impedimento físico.

Es importante, por otra parte, informarse de las repercusiones en el plano impositivo.

En Estados Unidos, el propietario debe declarar como ingreso el dinero que percibe por el alquiler y pagar impuestos sobre esa suma. Al mismo tiempo, podrá deducir algunos gastos en su declaración de rentas.