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7 de octubre de 2009

Responsiblelending.org

Según el ultimo informe del Centro para préstamos responsables (CRL por sus siglas en inglés), los bancos y las cooperativas de crédito han colectado más de $24 billones en sobregiros bancarios durante el año pasado, lo cual destaca un aumento del 35 por ciento durante los últimos dos años.

Como una de las fuentes de dinero más favoritas de los bancarios, esta explosión de los sobregiros en los últimos años ha significado no solamente más ganancias para los bancos sino también menos recursos económicos para las 51 millones de personas que sufren de este abuso financiero cada año. Lamentablemente, esta práctica financiera afecta particularmente más a las familias más vulnerables, las mismas familias que en estos momentos están sufriendo del derrame económico.

"Los bancos y las cooperativas de crédito han mejorado tanto la manera en que aumentan los sobregiros bancarios que las familias en los Estados Unidos terminan pagando más en sobregiros cada año que en libros, cereales o vegetales frescos", señaló Leslie Parrish, investigadora principal de CRL. "Esos billones de dólares que salen cada año de esos consumidores representan las oportunidades perdidas que esas familias han tenido para ahorrar para una emergencia o para comprar las cosas y los servicios necesarios para ayudar en el arranque de la economía".

La causa más común de un sobregiro bancario es una compra pequeña por medio de la tarjeta de débito, una compra que pudiera haber sido rechazada sin tener que cobrarle nada al consumidor. Eso era la manera en que las cosas funcionaban antes y según una encuesta hecha en el 2008, es la manera que la mayoría de las personas prefieren.

Miles de consumidores ya han mandado sus quejas a los reguladores federales sobre esta práctica abusiva. Lo peor de todo es que la mayoría de esos consumidores no tuvieron la opción de tener ese programa de sobregiros en su cuenta, ya que el banco se los puso automáticamente. Aún cuando una persona trata de evitar los sobregiros bancarios la misión se la hace muy difícil, ya que los bancos y las cooperativas de crédito pueden implementar diferentes tácticas, como el demoro innecesario de un deposito o el cobro de las compras hechas de la más grande a las más chica, para aumentar no solamente la posibilidad de un sobregiro sino tanbien la cantidad de esos cobros abusivos.

Cada sobregiro le termina costando el promedio de $34 a un consumidor, aun si ese sobregiro fue iniciado por una compra de uno o dos dólares. Eso significa que para las personas que viven de pago a pago o con poco dinero en sus cuentas (como las personas con ingresos fijos, los adultos jóvenes o los ancianos), los sobregiros representan otro tipo de préstamo abusivo que los dejas con más deuda y menos dinero en su bolsillo.

A pesar que el mes pasado varios bancos anunciaron cambios en sus programas de sobregiros, en realidad esos cambios no logran lo suficiente para evitar la mayoría de los abusos, además, en cualquier momento los bancos pueden cambiar de nuevo su política. La reforma de los sobregiros bancarios tiene que ser hecha por medio de la ley y lo más pronto posible.

Los legisladores deberían de:

* Requerirle a las instituciones financieras que rechacen gratuitamente las compras de las tarjetas de débito o los retiros del cajero automático si no hay suficiente fondos en la cuenta. Si la institución financiera le va a comprar un sobregiro a su cliente, esa institución financiera le debe de proveer a esa persona una advertencia antes o durante la compra que le de la opción de aceptar o rechazar la transacción y el sobregiro.

* Requerir que el costo del sobregiro tenga una relación justa con lo que le cuesta a la institución financiera para cubrir la compra.

* Limitar el número de sobregiros que una institución financiera le puede cobrar a su cliente durante el año, después de tal número de cobros, la institución financiera tendrá que ofrecerle al cliente otro producto justo que le ofrezca mejor ayuda en el futuro, como un línea de crédito.

Sobre El Centro para Préstamos Responsables

El Centro para préstamos responsables (Center for Responsible Lending, CRL, por sus siglas en inglés) es una organización nacional de investigación y formulación de políticas no partidista y sin fines de lucro dedicada a la protección del derecho de todo individuo a ser propietario de vivienda y del patrimonio familiar a través de los esfuerzos dirigidos a eliminar las prácticas financieras abusivas.

CRL está afiliado al Centro para la Autoayuda Comunitaria (Self-Help), que es una de las mayores instituciones nacionales de desarrollo financiero comunitario.