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  Por el libro
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17 de agosto de 2009

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WASHINGTON (AFP) - La Fed y el Tesoro estadounidense anunciaron este lunes que extendieron hasta 2010 un programa de apoyo al consumo y al sector inmobiliario instalado como medida contra la crisis económica.

La denominada Facilidad de crédito para títulos adosados a activos (TALF, por sus siglas en inglés), no tuvo el éxito que esperaban las autoridades.

El objetivo prioritario del programa es reactivar el crédito al consumo y el mercado inmobiliario, ofreciendo ventajosas financiaciones a inversores dispuestos a comprar títulos adosados a activos, gracias a los cuales los organismos crediticios se refinancian.

Según los títulos de que se trate, el programa se prolonga hasta el 31 de marzo o al 30 de junio de 2010, indicó la Reserva Federal y el departamento del Tesoro en un comunicado común.

Por otro lado, el balance de capitales a largo plazo de Estados Unidos volvió a estar en positivo en junio, con un beneficio mucho mayor de lo previsto (+90.700 millones de dólares), en tanto que el saldo general sigue en rojo por tercer mes consecutivo, según cifras del departamento del Tesoro publicadas este lunes.

El déficit en el balance general bajó a 31.200 millones de dólares en junio, contra 65.700 millones en mayo.

Rubro privilegiado por el mercado, el saldo de la balanza de capitales a largo plazo (excluyendo ajustes) se benefició con un neto flujo de capitales públicos y privados hacia las obligaciones del Tesoro estadounidense (100.500 millones de dólares) y hacia las acciones de las empresas (19.410 millones de dólares).

Este flujo positivo para Estados Unidos se vio reducido principalmente por un movimiento de deslocalización de fondos de residentes estadounidenses, que fueron compradores netos de títulos extranjeros a largo plazo, por 32.700 millones de dólares, sin duda una señal del retorno de la inclinación al riesgo y a las colocaciones en los países emergentes, aunque las cifras del Tesoro no permiten discernirlo.

Los activos chinos en obligaciones del Tesoro estadounidense registraron en junio su mayor caída en al menos un año (-3,2%), después de haber subido más de un 5% en mayo. Este descenso podría haber afectado principalmente a los títulos a corto plazo.

Los inversores chinos (excluyendo a los de Hong Kong) continúan siendo los principales tenedores mundiales de obligaciones del Tesoro estadounidense, por un valor de 776.400 millones de dólares, delante de Japón (711.800 millones) y Gran Bretaña (214.000 millones), que recuperó su tercera posición tras haber sido desplazado durante un breve período por Brasil y Rusia.