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  Por el libro
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17 de julio de 2009

La Opinion

WASHINGTON, D.C.— Senadores federales expresaron ayer su frustración ante el hecho de que, a pesar de los programas de ayuda, los bancos continúan realizando ejecuciones hipotecarias, luego de que datos recientes indican que los embargos continúan en aumento.

El senador demócrata Christopher Dodd, presidente del Comité Bancario del Senado, describió la falta de progreso general de las acciones como "vergonzoso". Señaló que los prestatarios se enfrentan a largas demoras cuando intentan obtener ayuda.

"Nuestros votantes y otras personas nos preguntan todos los días: "¿Qué está sucediendo?", dijo Dodd en una audiencia del comité.

En marzo, la Administración Obama lanzó un plan de 50,000 millones de dólares para dar incentivos financieros a la industria de préstamos para modificar las hipotecas y reducir los pagos para los titulares de hipotecas en dificultades.

A mediados de julio, aproximadamente 160,000 prestatarios se habían inscrito en las modificaciones de prueba por un período de tres meses de acuerdo con el plan. Las autoridades aseguran que la cantidad está aumentando.

Herbert Allison, subsecretario del Departamento del Tesoro en estabilidad financiera, dijo que la Administración está presionando a las empresas que otorgan hipotecas para que incorporen más personal y aumenten la capacitación.

Si bien las modificaciones [de préstamo] aumentan, dijo Allison, "No estamos satisfechos".

La semana pasada, autoridades de alto nivel convocaron a ejecutivos de las 27 empresas hipotecarias que participan del plan a una reunión el 28 de julio para hablar sobre los resultados. El próximo mes, el gobierno tiene planes de publicar un desglose detallado del desempeño de cada empresa de acuerdo con el programa.

"Tienen un fuerte incentivo para modificar la mayor cantidad posible de préstamos que cumplen con los requisitos", dijo Allison.

Los legisladores no están satisfechos, especialmente considerando los miles de millones de dólares que el gobierno entregó para rescatar a los bancos en dificultades.

"¿Cuándo van a detener la sangría?", preguntó en repetidas oportunidades el senador republicano Jim Bunning. Allison respondió: "Estamos actuando lo más rápido posible para enfrentar el problema".

Los ejecutivos de la industria bancaria defendieron su desempeño, asegurando que el programa es complejo y que había que contratar y capacitar a cientos de empleados.

"Comprendemos que este período ha sido frustrante para nuestros clientes en riesgo y que se sienten ansiosos y necesitan respuestas", dijo Mary Coffin, vicepresidenta de hipotecas de Wells Fargo.

A medida que la crisis hipotecaria aumenta, una nueva idea que está siendo considerada por la administración Obama es dejar que los clientes alquilen las casas a sus prestamistas después de haberlas perdido debido a una ejecución hipotecaria. "Alguien viviendo en una casa es mucho mejor que una casa embargada vacía", dijo el senador demócrata Charles Schumer.