14 de julio de 2009
El Nuevo Dia
Unas 132 escuelas privadas fueron multadas por no revelar a los padres de sus estudiantes los acuerdos que mantienen con editoriales y librerías para adquirir textos escolares, informó ayer Luis Gerardo Rivera Marín, secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO). Según Rivera Marín, en marzo el DACO recibió denuncias de que algunas escuelas privadas estaban llegando a acuerdos con librerías y editoriales para recibir descuentos en libros que luego no eran traspasados a los padres. Esto motivó al DACO a realizar un operativo en mayo para inspeccionar 593 colegios. Como resultado, se detectó que de las escuelas visitadas, 132 no estaban informando a los padres de los acuerdos que tenían con las librerías o editoriales. Rivera Marín no reveló los nombres de esos planteles, pero indicó que en total, las multas ascienden a $43,350. El Secretario explicó que en muchos casos, encontraron que si bien las escuelas recibían un 10% de descuento en el precio de los libros de texto, a los padres se les cobraba hasta un 12% sobre el precio sugerido por la casa editorial. "También hemos encontrado existe una práctica en la que, sin informar a los padres, las escuelas reciben ya sea un cheque, comisiones o donaciones, por parte de las librerías o editoriales a cambio de que los padres adquieran los textos de sus hijos en determinado establecimiento", denunció el Secretario. Aunque las intervenciones en las escuelas se realizaron en mayo, Rivera Marín dijo que el informe sobre las irregularidades lo recibió el pasado viernes. "Estamos en el proceso de evaluar los hallazgos para determinar que acción vamos a tomar, si acudir a la Legislatura para buscar cambios en la Ley; tratarlo mediante un reglamento de Daco, o mediante una acción legal", declaró el Secretario. Rivera Marín enfatizó que su agencia está determinada a ponerle fin a esta práctica. Precisamente, en la Cámara de Representantes se presentó recientemente una medida para evaluar la necesidad de enmendar el Reglamento para la Divulgación de Información en la Venta y Distribución de Libros de Texto que aprobó el DACO hace siete años. En las vistas las casas editoriales rechazaron que reciban regalías a cambio de promover cambios en los textos que se usan y que son los colegios los que determinan los libros que usarán sus estudiantes.