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  Por el libro
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23 de junio de 2009

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WASHINGTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aplaudió el lunes un acuerdo con empresas farmacéuticas que reduce los costos de los medicamentos para los ciudadanos más viejos, un paso que puede ayudarle a impulsar en el Congreso su ambicioso plan de reforma del sistema de salud.

La reestructuración de la salud es la prioridad en la política local de Obama, pero ha probado ser difícil de vender tanto a legisladores demócratas como republicanos, que les preocupa un costo previsto de 1 billón de dólares.

"Este es un avance importante en el camino a una reforma de la salud, uno que hará la diferencia para muchos estadounidenses mayores", dijo Obama en la Casa Blanca sobre el acuerdo al que llegó con la asociación de Fabricantes e Investigadores Farmacéuticos de Estados Unidos.

El acuerdo sobre medicamentos, que ofrece 80.000 millones de dólares en descuentos en recetas en los próximos 10 años a la tercera edad, se produce antes de una semana de discusiones en el Congreso sobre cómo pagar las reforma y asegurar cobertura para los 46 millones de estadounidenses sin seguro de salud.

Analistas creen que el acuerdo erosionará las ganancias de las empresas, pero indicaron que el monto en descuentos es menor al que se esperaba inicialmente.

La Casa Blanca dijo que Obama, quien tiene prevista el miércoles una asamblea para discutir asuntos sobre salud, ofrecerá una rueda de prensa el miércoles.

No se informó de lo que hablará, pero se espera que se enfoque en su propuesta de reforma.

Los acontecimientos subrayan como el presidente está tratando de tomar control del debate e impulsar personalmente el proceso legislativo para tener lista en octubre la ley.

"PRIMERA VICTORIA PARA LA REFORMA"

Los legisladores republicanos se oponen a la reforma del sistema de salud, que incluye crear un plan de cobertura estatal, porque creen que llevará a la quiebra a las empresas privadas de salud y elevará el déficit del país.

Pero Obama, que insiste que el plan no aumentará los ya gigantescos déficit, recibió un fuerte impulso el fin de semana cuando una encuesta dijo que los estadounidenses respaldan un cambio integral del sistema, y aún más importante, que están dispuestos a pagar más impuestos para mejorarlo.

El sistema de salud de Estados Unidos está entre los más caros del mundo, pero aún así está detrás de otros países en mediciones como la de expectativa de vida y mortalidad.

"Nuestro objetivo (...) es reducir la dañina inflación en los costos de cuidado de la salud y al mismo tiempo mejorar la atención a los pacientes", dijo Obama.

Barry Rand, presidente ejecutivo de AARP -organización que representa a la tercera edad- y que estaba en la Casa Blanca con Obama, dijo que el acuerdo con las farmacéuticas es "una primera victoria para la reforma".