Inicio  





 Lo Más Visto
- Sexagenaria cae en pescaíto y paga miles de dólares
- Hombre comete fraude contra personas de edad avanzada en Aibonito
- Las 10 mejores ofertas de alimentos según doctorshoper.com.




  Por el libro
Bookmark & Share

8 de mayo de 2009

El Vocero

La crisis económica que atraviesa Puerto Rico ha traído como resultado que muchos dueños de propiedades inmuebles hayan perdido sus viviendas porque no pueden pagarlas. En estos casos, el banco ejecuta la propiedad y la pone a la venta en el mercado mediante el proceso de subasta.

Según Belkys Pino, presidenta de Centro Casas Subastas, la cantidad de propiedades que los bancos tienen disponible para subastar ha aumento hasta un 70% debido a que cada día son más las personas que no pueden pagar su hipoteca.

"Antes nosotros subastábamos alrededor de 60 propiedades y en la última subasta tuvimos disponibles 236 propiedades. Este es el momento de comprar para las personas que tienen dinero porque los bancos tienen muchas propiedades reposeídas y los intereses están muy bajos. Además, muchos inversionistas están comprando casas para arreglarlas y luego venderlas y como las construcciones están estancadas, los constructores también están comprando casas para remodelarlas", expresó Pino.

La gran mayoría de las personas que asisten a las subastas buscan propiedades, tanto en los pueblos pequeños como en el área metro, que no sobrepasen los $150,000, aunque entre el 10% y 20% de los listados de las subastan son de propiedades mucho más costosas.

Pero, a pesar de que este mercado ha tenido un aumento dramático, la cantidad de personas que logran una negociación con el banco para adquirir una vivienda subastada ha disminuido, ya que los compradores están haciendo ofertas entre 30% y 50% por debajo del valor real del mercado. Esta situación trae como consecuencia que en muchas ocasiones el banco no esté dispuesto a vender la propiedad por el precio que ofrecen en las subastas, por lo que el banco y el comprador no llegan a una negociación.

"En la pasada subasta se registraron 286 personas. Hemos visto que a pesar de las crisis de los bienes raíces las personas siguen interesadas en comprar en las subastas. Pero, antes el 75% de estas personas llegaban a una negociación con el banco y ahora sólo entre el 40% y 50% de las personas llegan a comprar una propiedad. Esto pasa porque el banco no acepta muchas de las ofertas de los compradores porque están muy por debajo del valor del mercado", comentó la Presidenta, quien organiza entre tres y cuatro subastas al año.

Cómo comprar en una subasta

Las personas que se registran en la página de Internet de Centro Casas Subastas, que es el intermediario entre el banco y el comprador, reciben un listado de las propiedades que se subastarán con una foto, dirección, las especificaciones de las casas y la fecha en que se podrán visitar. También la fecha y el lugar de la subasta pública se anuncia en la prensa.

Las personas interesadas deben estar conscientes de que el 90% de las propiedades reposeídas por los bancos necesitan reparaciones para estar habitables, ya que por lo regular cuando las personas dejan de pagar sus casas se despreocupan de su mantenimiento y se deterioran.

El día de la subasta, los visitantes firman un documento con los términos y condiciones de la subasta y muestran evidencia del deposito de buen fe, el cual será el 10% del valor de la propiedad. Esta cantidad es la prima del comprador que cobra Centro Casas Subastas para pagarle las comisiones a los corredores de bienes raíces, además de otros gastos de la subasta.

Luego se le asigna un número de licitador al cliente y entra al salón de subasta. Una vez comienza el evento, se proyectan en una pantalla las propiedades y se abre la subasta. Los visitantes comienzan con sus ofertas, ya que no existe un precio preestablecido, aunque el centro de subastas se reserva el derecho de confirmar las apuestas.

En el caso de que nadie ofrezca una cantidad por la propiedad proyectada, el subastador propone una cifra según el valor del mercado y va disminuyendo el precio de la propiedad hasta que alguien se interese en la misma. Una vez la oferta se confirma, el comprador pasa al frente a llenar un documento de apuestas, se endosa el depósito y pasa al salón de contrato para negociar con el banco.