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  Por el libro
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15 de abril de 2009

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Bruselas, (EFE).- La comisión que supervisa los programas de rescate a bancos en Estados Unidos ha abierto una investigación para determinar si las instituciones que han recibido ayudas han aumentado sus intereses y cuotas, como denuncian los clientes, según informa hoy la edición europea de Wall Street Journal.

Desde que se puso en marcha el plan de rescate a la industria financiera, conocido como "TARP" ("Programa de Alivio de Activos Problemáticos"), los bancos reforzados con inyecciones de capital han elevado sus intereses en transacciones cotidianas, en tarjetas de crédito y préstamos, tal y como denuncian los consumidores.

Esta práctica se contradice con el objetivo del plan de rescate de facilitar el flujo de capital y el acceso de los ciudadanos a los créditos.

Entre las entidades a las que se acusa de haber elevado sus cuotas y créditos figuran el Bank of America, Citigroup, Pacific Capital.

Los bancos alegan que sus intereses son similares a los de la competencia y que varían dependiendo de la solvencia de las personas que solicitan un préstamo, y aseguran que si quieren seguir siendo competitivos deben ajustar sus precios.

La presidenta de la comisión supervisora -creada por el Congreso-, Elizabeth Warren confirmó, por su parte, que hay una investigación en curso sobre las supuestas prácticas de crédito "inapropiadas" de los bancos rescatados.

"Las personas que subvencionan las actividades de los bancos a través de sus impuestos son las mismas que hacen frente a altos intereses en los créditos", declaró Warren, quien reconoció que si las denuncias son ciertas sería como "pedir a los contribuyentes que paguen dos veces".

Sin embargo, los bancos insisten en que elevar sus cuotas e intereses, incluso a clientes considerados de "bajo riesgo", es una manera legítima de recuperar parte de los costes de los "créditos tóxicos" aún en sus cuentas.